Los checos gustan de los helados

El consumo de helados en la República Checa creció considerablemente en los últimos años, alcanzando ocho litros anuales per cápita aproximadamente. No obstante, en comparación con otras naciones, es poco, ya que, por ejemplo, los estadounidenses consumen tres veces más helados.

El consumo de helados en la República Checa creció considerablemente en los últimos años, alcanzando ocho litros anuales per cápita aproximadamente. No obstante, en comparación con otras naciones, es poco, ya que, por ejemplo, los estadounidenses consumen tres veces más helados.

Aprovechamos que en estas latitudes nos encontramos en pleno verano - aunque hasta hace poco no lo parecía por las bajas temperaturas que había - y a varios checos les preguntamos si les gustaban los helados.

"A mí sí me gustan y los que más, los helados de agua", reaccionó de inmediato Adéla, pequeña escolar de Praga.

"También a mí me gustan mucho, especialmente los helados de limón y de chocolate", coincide su amiga Klára.

La señora Hana, que acompañaba a las niñas fue explícita al referirse al tema de los helados.

"Los niños checos pueden tomar helado de día y de noche y a la mayoría les da igual si es helado de agua o de leche. Lo que sí importa es que sea en grandes cantidades. También a mí me gusta mucho el helado y más aún cuando alguien me invita a una copa de helado con frutas y chocolate", afirma Hana.

Eleonora, estudiante de la ciudad de Pardubice, sostiene que en su caso no se trata de un hábito.

"Yo consumo helados casualmente. Cuando veo un puesto con helados con atractivas y coloridas decoraciones es cuando me dan ganas de tomar helado. Pero si en el camino no me encuentro ningún puesto de venta de helados, ni me acuerdo de su existencia y no me hace falta", sostiene Eleonora.

El mayor consumo de helados en la República Checa, entre el 60 y el 65 por ciento de la cantidad global, se registra en la temporada veraniega, o sea, de mayo a agosto. Durante el resto del año y, especialmente en los meses de mayor frío, entre diciembre y febrero, los helados ya no son tan solicitados por los checos. Aunque, naturalmente, pueden haber excepciones, como lo confirma el caso de la escolar Bára.

"Yo me compro helados tanto en invierno como en la primavera, el verano y el otoño, o sea, durante todo el año. Independientemente de la temporada, siempre lo disfruto muchísimo", afirma Bára.

Y ¿En qué temporada prefiere tomar helados Klára?

"Pues yo los prefiero en verano, porque en invierno hace mucho frío y entonces con un helado siento más frío aún".

"En los meses de verano es cuando el helado goza de mayor popularidad en la República Checa y se registra su mayor demanda. También yo tomo más helados cuando hace calor, pero éstos deben ser de frutas, de fruta fresca. Los helados de polvo tienen un gusto muy atrificial y no me gustan en absoluto", indica Eleonora.

Según lo confirman las palabras de nuestras entrevistadas en esta edición de A Toda Marcha, los helados son muy populares en la República Checa y algunos checos los consumen independientemente del calor o del frío que haga.

¿Y a ustedes, amigos, les gustan los helados?