El boom de las tiendas de segunda mano es tema del pasado

A comienzos de los años noventa hubo en la República Checa un "boom" de comercios de moda de segunda mano. Hoy en día el interés de los checos por este tipo de tiendas va disminuyendo. Esto, según los sicólogos, se debe a que hace diez años las tiendas de segunda mano representaban algo novedoso en estas latitudes y a los checos, acostumbrados durante la era comunista a una oferta limitada, les brindaban la posibilidad de adquirir ropa moderna y barata.

A comienzos de los años noventa hubo en la República Checa un

Sin embargo, cada persona tiene sus gustos. En A toda Marcha les ofrecemos dos opiniones contrarias. Sobre los comercios de moda de segunda mano conversamos con Marta Vasku, pensionista de Moravia del Norte y Zdenka Sandová, de cuarenta años de edad, oriunda de Moravia del Sur. La señora Marta señaló que es una habitual de este tipo de comercios.

"Es natural que, siendo pensionista, acostumbre comprar en estas tiendas, ya que no dispongo de recursos suficientes para comprar ropa nueva, que es muy cara. Debo pagar también el alquiler y comer algo, ¿verdad?".

Zdenka, por su parte, se niega rotundamente a comprar en este tipo de tiendas.

"No, en esos comercios yo no compro nada. Me fastidia tener que buscar algo entre montones de ropa y, además, no aceptaría ponerme una prenda sabiendo que antes la ha vestido un desconocido. No me gusta nada".

Zdenka reconoce, no obstante, que a comienzos de los años noventa, durante el "boom" de esos comercios, los había visitado un par de veces.

"En un par de ocasiones he entrado, pero al ver toda esa ropa amontonada y tener que meter ahí mis manos y revolver todo...No! No! Creo que me resultarían más aceptables los mercados de las pulgas. Aquí me daba la sensación de estar buscando en un basurero. Nunca compré nada en esas tiendas y nunca encontré en ellas nada que me gustara".

¿Hay algo que tampoco Marta compraría en las tiendas de segunda mano?

Muchos checos suelen comprar prendas de vestir en mercados dominados en la República Checa por comerciantes vietnamitas. ¿Cómo es en el caso de Zdenka y Marta?

"En los mercados sí suelo comprar ya que venden prendas de vestir nuevas y a precios moderados. Pero compro sólo ropa de temporada, o sea, blusas modernas para mis hijas, por ejemplo. Al terminar la temporada y pasar las prendas de moda, así no sufro cuando mis hijas dejan de usarlas. Pero pantalones y abrigos nunca compraría en un mercado", aseguró Zdenka.

"También suelo comprar en los mercados vietnamitas, pero para ser sincera, no hay gran diferencia con las tiendas de segunda mano en cuanto a la calidad de los productos. Prefiero incluso las tiendas de segunda mano a los mercados vietnamitas".

Y ustedes, amigos ¿qué opinan sobre las tiendas de moda de segunda mano?