El rey sin sangre real que se adelantó a su tiempo

Jorge de Podiebrad, foto: public domain

El rey de 'un pueblo doble', el soberano husita y el precursor de la unidad europea. Bajo estos sobrenombres es conocido Jorge de Podiebrad, el único rey checo sin origen real de cuyo nacimiento se cumplen 600 años. Las aventuras de uno de los personajes más importantes de la historia checa serán el tema del siguiente programa especial.

Jorge de Podiebrad,  elegido en 1458 como rey checo,  fuente: W.Rebel,  public domain

Con diligencia se llega lejos. Este refrán caracteriza el destino de Jorge de Podiebrad, hijo de un noble partidario de los husitas, rebeldes religiosos que llevaron a cabo un movimiento revolucionario para defender el legado del reformador religioso Jan Hus.

Compactata de Basilea,  foto: repro Ota Halama,  Osudy kaple Božího těla po roce 1437/Staletá Praha,  ročník XXIX,  2013,  č. 2
En la Edad Media no era habitual que una persona sin sangre real en las venas subiera al trono. El talento diplomático y las ambiciones políticas de Jorge de Podiebrad ocasionaron una excepción en el protocolo aristocrático.

Jorge de Podiebrad mostró sus ambiciones políticas como partidario del grupo moderado husita conocido como los utraquistas. Tras las devastadoras Guerras Husitas que marcaron la primera mitad del siglo XV y el destronamiento de Segismundo de Luxemburgo, el Reino de Bohemia se quedó interregno. Sin rey, el país se hallaba en una situación caótica.

Gracias a su talento diplomático, Jorge de Podiebrad llegó a ocupar en breve el cargo de regente de Bohemia, administrando el reino hasta que el heredero legítimo al trono, Ladislao el Póstumo, cumpliera la mayoría de edad. No obstante, Ladislao falleció prematuramente a los 17 años de edad.

Las malas lenguas acusaron a Jorge de Podiebrad de su muerte, pero la investigación que se llevó a cabo siglos después mostró que el joven aristócrata había fallecido probablemente a causa de leucemia.

El rey de un pueblo doble

Jorge de Podiebrad fue coronado en 1458 como rey checo. La historiadora Blanka Zilynska, del Instituto de Historia Checa de la Universidad Carolina, explicó a Radio Praga Internacional la situación extraordinaria que facilitó a Jorge la subida al trono.

“Jorge de Podiebrad aprovechó la oportunidad que se dio tras las Guerras Husitas, cuando la sociedad tenía la necesidad de organizarse bien para sobrevivir y funcionar. Su administración del país como regente de Bohemia fue exitosa. Llevó al país a un estado mucho más favorable en comparación con la época bélica y esto le ayudó a ser nombrado rey”.

Blanka Zilynska,  foto: archivo de la Universidad Carolina
La valentía, la sagacidad, pero especialmente la inclinación husita de Jorge de Podiebrad convencieron a la nobleza utraquista de que su coronación sería la mejor opción, ya que deseaban mantener los logros de la Revolución Husita, como la comunión en ambas especies. Este derecho se estableció en 1436 en los Compactata tras el Concilio de Basilea.

Para conseguir la corona, Jorge necesitó ganarse también los votos de la nobleza católica, lo que logró en parte probablemente por medio de sobornos, prosigue la historiadora.

“Las ideas sobre lo que era apropiado en aquella época difieren de las actuales. Entonces la votación no transcurría como, por ejemplo, las elecciones parlamentarias actuales que se basan en la suma de los votos. En aquella época, los votos se pesaban, y el noble Zdeněk de Sternberk convenció a la mayoría para que votaran por Jorge”.

El periodo del reinado de Jorge de Podiebrad fue exitoso, especialmente por sus habilidades diplomáticas con las que fortaleció su complicada posición en el marco europeo. Destacó asimismo por su buena administración económica. Gracias a su ingeniosa política matrimonial multiplicó los bienes familiares y encontró aliados en otros reinos. El rey Jorge resucitó la economía del reino afectada por las largas Guerras Husitas, apoyaba las misiones para desarrollar el comercio exterior e instauró aranceles y reglas de mercado.

En la historia es conocido como el rey de 'un pueblo doble' debido a la presencia de los católicos y los utraquistas en las Tierras Checas. Durante su reinado mantuvo exitosamente el equilibrio de la convivencia de los partidarios de ambas confesiones. Su tolerancia religiosa la mostró el hecho de que sus dos esposas provenían de familias católicas.

El Papa Pío II,  fuente public domain
En el marco internacional Jorge se encontraba en una difícil posición desde los comienzos de su reinado. Para gran parte de los soberanos europeos era un hereje de origen humilde. Como rey de 'un pueblo doble', Jorge tuvo que jugar con dos barajas, apunta la historiadora.

“En su mayoría se apoyaba sobre los utraquistas, pero no fueron los únicos. Al mismo tiempo en su corte daba espacio a la aristocracia católica y a las dinastías tradicionales checas. Llegó un momento en el que la situación dejó de ser favorable y se creó una oposición local que se asoció con adversarios extranjeros, obedeciendo los preceptos de la curia papal”.

La primera gran protesta llegó desde Roma. El problema fue que, en la víspera de su coronación, Jorge se vio obligado a jurar por los legados papales que perseguiría a los herejes. Sin embargo, la idea de esta misión no era entendida de forma idéntica por la curia romana y el rey. Mientras que la Santa Sede sostenía que el rey bohemio persiguiera a los utraquistas, Jorge interpretó su compromiso como una intervención en contra de los representantes de la Unidad Fraternal, ya que consideraba la presencia del utraquismo legal por la existencia de los Compactata. Este malentendido desembocó en que el Papa Pío II declarara en 1462 los Compactata como vencidos para que se pusiera fin al utraquismo en Bohemia y se cancelara la comunión en ambas especies, explica Zilynska.

“Los Compactata fueron aceptados cuando Europa se encontraba en una situación complicada respecto al desarrollo político y militar. El Ejército Husita era exitoso y las negociaciones de los años treinta del siglo XV fueron aceptados por emergencia, cuando no quedaba otro remedio. El Papa rechazó definitivamente la vigencia de los Compactata, argumentando que los checos tampoco cumplían con todo lo prometido para que se les otorgara este derecho”.

La estatua de ecuestre de Jorge de Podiebrad,  Poděbrady,  foto: Miloš Turek

El precursor de la ONU y la Unión Europea

A continuación, surgió una serie de intervenciones en contra del rey checo. Roma lo proclamó hereje e invitó a sus súbditos a que no obedecieran más sus instrucciones. En 1466 el Papa excomulgó al rey Jorge durante una asamblea con más de 4000 personas que debían anunciar esta decisión a todo el mundo. Como hereje, Jorge fue condenado a la pérdida del trono, de sus derechos y de sus bienes. Todo culminó con una cruzada.

Jorge era perspicaz y sospechaba la llegada de esta situación. Para fortalecer su posición en el marco internacional, trató de conseguir aliados entre otros soberanos católicos europeos a través del proyecto 'Liga de los soberanos cristianos', una idea que era bastante moderna para su época. Los historiadores comparan este pensamiento con la actual ONU o la Unión Europea, prosigue la historiadora.

Jorge de Podiebrad,  foto: public domain
“Esta idea apareció unos años antes pero no se llegó a desarrollar hasta aquel momento. Era impresionante la elaborada descripción de su funcionamiento y de sus órganos, como el Tribunal Europeo que se encargaría de resolver las disputas entre los soberanos europeos con el fin de evitar guerras, y así guardar las fuerzas para la lucha contra los paganos. La idea se basó en fundar una organización pacífica, pero no era muy acertado, ya que querían usar la fuerza contra los turcos. El peligro turco preocupaba al Papa Pío II por lo cual organizó varias intervenciones al respecto. No obstante, nunca se llevó a cabo. Al principio, el Papa contaba incluso con Jorge de Podiebrad para que encabezara el Ejército en la lucha contra los turcos”.

Para fundar la Liga de los soberanos europeos y garantizar el fortalecimiento de su posición, Jorge mandó sus comitivas a varios reinados europeos. Durante los dos años siguientes se realizaron misiones secretas a la República de Venecia, al Antiguo Régimen en Francia, al Ducado de Borgoña y a otros reinos y margraviatos europeos. Pese a su gran potencial, el esfuerzo no llegó a ser exitoso, apunta Blanka Zilynská.

“La organización no pudo establecerse porque representaba un pensamiento prematuro. Al principio se contaba con la participación del Papa, pero después esta idea quedó atrás. Esto no le gustó al Santo Pontífice y por este motivo se echaron atrás también muchos monarcas europeos”.

Un reinado dificultoso, pero exitoso

A pesar de todos los obstáculos que enfrentó Jorge de Podiebrad, su reinado fue bastante exitoso, afirma la historiadora.

Jorge de Podiebrad,  foto: Jan Vilímek / public domain
“Un gran éxito suyo fue lograr situarse entre la flor y nata europea pese a que era un simple noble. A pesar de su origen imperfecto y del hecho de que era utraquista, lo aceptaron y lo consideraron un excelente diplomático. Incluso lo invitaban al Sacro Imperio Romano como árbitro de algunas disputas. Su soberanía era exitosa desde el punto de vista de todo el país, ya que las Guerras Husitas y todo el desarrollo posterior pudo causar la desintegración del estado que había sido construido anteriormente por el rey Carlos IV”.

En la época de Jorge de Podiebrad, solamente las regiones de Bohemia y Moravia simpatizaban parcialmente con los husitas. Otras regiones eran católicas y existía la amenaza de que se separaran. Gracias a las negociaciones diplomáticas de Jorge, las regiones se unieron a la Corona Checa e incluso se pactaron contratos con los países vecinos en el marco de su política pacífica. No obstante, el rey no pudo satisfacer a todos y enfrentó varias críticas.

“Los escritores católicos le reprochaban la herejía. Por su parte, los integrantes de la Unidad Fraternal, que se había formado en la época de Jorge de Podiebrad, quien les permitió asentarse en su reino, le reprocharon que dejara de apoyarlos. Cuando tuvo que mostrar a Roma que estaba persiguiendo a los herejes, no impidió que se persiguiera también a los integrantes de la Unidad Fraternal”.

Exfamiliares en contra

No solamente Roma luchó contra el rey Jorge. En protesta contra su reinado surgió el movimiento 'Unidad del Monte Verde', encabezada por su excuñado. En enemigo suyo se convirtió también su exyerno, Matías Corvino, que estuvo a la cabeza de la cruzada enviada por Roma.

Entrevista de  Jorge de Podiebrad y el rey húngaro Matías Corvino,  fuente: la pintura de Mikoláš Aleš,  Wikimedia Commons,  CC0
Matías Corvino fue en 1469 declarado por la nobleza católica rey de Bohemia y Jorge se quedó solamente con las regiones utraquistas de esta región. Era consciente de que crear una dinastía real de su linaje sería difícil a pesar de tener varios hijos varones, apunta Blanka Zilynska.

“Era realista y sabía que era imposible. De acuerdo con las teorías de la época, los hijos de Jorge no eran de origen real, ya que nacieron antes de que su padre subiera al trono. Por tanto, Jorge tuvo que buscar otra forma para encontrar al sucesor del trono”.

Debido a las intensas relaciones con los reinos vecinos, ningún monarca entraba en consideración. La única opción fue la aristocracia polaca a la que le habían ofrecido el trono checo ya antes los husitas, después del destronamiento del rey Segismundo de Luxemburgo. Jorge de Podiebrad acudió a la dinastía polaca de los Jagellón. Al cabo de un mes, el Concilio Nacional anuló el cargo real de Matías Corvino y declaró como único rey de Bohemia al polaco Vladislao Jagellón. Su dinastía gobernó en el Reino de Bohemia durante las siguientes cinco décadas. Jorge de Podiebrad falleció inesperadamente en 1471. Sus restos descansan en la Catedral de San Vito, en Praga.