¡Vámonos a Prčice!

Foto: Miroslav Šelep, Archivo del Museo de la Siberia checa
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Las caminatas de larga distancia, organizadas por el Club de Turistas Checos, tienen una larga tradición en la República Checa. En esta edición de nuestro mini curso checo les invitamos a conocer la más famosa de ellas, la caminata Praga-Prčice en la que participan cada año miles de personas.

Hola, adelante -pojď dál-, qué bueno que llegaste, justo estoy preparando un pastel -koláč-. ¿Quieres un café -chceš kafe-?

Sí, por favor. Está estupendo tu departamento -tvůj byt-.

Pásate al salón -obývák-, enseguida traigo el café.

Primero me quiero lavar las manos -umýt si ruce-, ¿donde está el baño -koupelna-?

Es la puerta -dveře- a la derecha. ¿Quieres leche -mléko- en tu café?

No, gracias. Mira qué me encontré. Estaba tirado en el suelo -na podlaze-. Es como un zapatito -botička- de plástico. ¿Para qué sirve?

Ah, es una pequeña medalla -medaile- que reciben los participantes -účastníci- de la caminata de larga distancia -dálkový pochod- que se llama Praga-Prčice.

¿Los participantes de qué?

De una caminata de larga distancia. En la República Checa se hacen cientos de caminatas al año. Las organiza el Club de Turistas Checos -Klub českých turistů-, una institución que reúne a gente que le gusta caminar -chodit-. La caminata de Praga-Prčice es la más conocida -nejznámější- en el país. ¡Qué interesante! Supongo que la caminata empieza -začíná- en Praga, ¿pero qué es eso de Prčice?

Prčice es una pequeña ciudad -městečko-, a unos 70 kilómetros al sur de Praga. Es muy conocida -známá- porque los checos acostumbran decir ¡vete a Prčice! -jdi do Prčic!- cuando alguien les fastidia. Es como decir vete al diablo.

Muy bien, pero ¿por qué se hace la caminata?

Se cuenta que un día, un tal señor Kulle -pan Kulle-, un caminante apasionado, tuvo una pelea -hádka- con su jefe -šéf-. El jefe, enojado, le dijo -jdi do Prčic!-, ¡vete a Prčice!. El señor Kulle lo interpretó como una orden -rozkaz- y se fue caminando desde Praga, donde trabajaba, a Prčice. Así fundó en 1966 una bonita tradición de esta caminata.

Qué chistoso. Pero dijiste que Prčice queda a 70 kilómetros de Praga, está tremendamente lejos -hrozně daleko-, ¿no?

Foto: Khalil Baalbaki,  ČRo
Sí, está lejos. Tienes que salir a las 5 de la mañana desde Praga para llegar a Prčice antes de las 8 de la noche del mismo día. También tienes que presentar un certificado -potvrzení- de tu médico que tu estado de salud -zdravotní stav- permite una caminata tan larga -dlouhá-. Pero hay también recorridos más cortos -kratší- de unos 30 kilómetros que parten de otras ciudades.

Unos 30 kilómetros es todavía mucho -hodně-. Me imagino que no participa mucha gente en la caminata?

Foto: ŠJů,  Creative Commons 3.0
Cada año participan alrededor de 20.000 personas. Unos 400 salen desde Praga y hacen el recorrido -trasa- de 70 kilómetros.

¿Tanta gente -tolik lidí- se pone a caminar solamente para llevarse un zapatito de plástico?

Claro que no, es muy divertido -zábavný-. Paseas por un hermoso paisaje -krásná krajina-, a veces te paras para comerte un bocadillo -svačina- o beber una cerveza, conoces gente -poznáš nové lidi-. Es un evento de culto -kultovní akce-.

¿Y la tradición dura -trvá- desde 1966?

Foto: Thegreenj,  Creative Commons 3.0
Sí, nunca se ha interrumpido. Incluso hay una canción -píseň- muy famosa que habla de la caminata Praga-Prčice. Espera, creo que la tengo en un casete viejo -stará kazeta-. ¿La quieres escuchar?

No, jdi do Prčic!¿Perdón -prosím-?

Fue una broma -vtip-, estoy aprendiendo a utilizar la nueva frase.

Jaja, muy bien. Pues aquí está la canción. ¡Hasta la próxima, amigos!