Las tradiciones navideñas en el mundo

Foto: Archivo de ČRo 7

¡Hola amigos! ¿Ya están preparados para disfrutar de las fiestas navideñas? Aunque hoy día parece que Santa Claus tiene el monopolio de la Navidad, a lo largo del mundo todavía se siguen manteniendo muchas tradiciones y costumbres especiales vinculadas con estas fiestas. En esta edición de Hable checo con Radio Praga vamos a conocer unas de las más curiosas que existen alrededor del globo.

Foto: Miloš Turek
¿Qué tradiciones navideñas -vánoční tradice- se suelen practicar en Chequia?

Verás, hay un sinnúmero -nespočet- de ellas. Algunas van desapareciendo y otras permanecen hasta la actualidad -až dodnes-.

Y, ¿cuál de ellas consideras más interesante -nejzajímavější-?

A mí siempre me ha gustado lo que suelen practicar las chicas solteras –svobodné dívky- el día de Nochebuena –na Štědrý den-. Se ponen de espaldas a la puerta y arrojan -házejí- hacia atrás un zapato, por encima de sus hombros. Si la punta del zapato al caer señala hacia la puerta, eso quiere decir que dentro de un año la chica se casará –vdá se-.

No sea que acierte con el zapato a su supuesto esposo, ¿no?

Pues sí. A veces pienso en que ojalá me hubiera pasado a mí.

Si te quejas, deberías hacerlo como las chicas en Suiza -Švýcarsko-. Ellas podían conocer el carácter de su futuro marido –manžel- pateando la puerta de una pocilga. Si el cerdo responde con gruñidos profundos, significa que el futuro esposo de la chica será mañoso -zručný-. Si gruñe ligeramente, el marido será un hombre bondadoso -laskavý-.

Foto: Thais Rocha Gualberto,  Stock.XCHNG
Y, ¿sabías que en Noruega -Norsko-, durante las fiestas navideñas –vánoční svátky-, la gente, antes de acostarse, esconde todas las escobas -košťata-?

Y, ¿eso por qué? A lo mejor quieren olvidarse -zapomenout- por un rato de la limpieza -úklid- durante las fiestas, ¿no?

No, es que según una leyenda local -místní pověst-, la víspera de la Navidad atrae a las brujas -čarodějnice- y a los espíritus malvados -zlí duchové-, así que de este modo los noruegos previenen el riesgo de que éstos se apoderen de las escobas y vuelen por allí haciendo daño. Además, para asegurarse de que no causen ningún problema, los hombres disparan al aire con escopetas.

No sólo es que se nos complica viajar porque sube el precio de gasolina, sino que a las brujas también se les impide trasladarse. Podrían marcharse a lo mejor a Italia, porque allí es dónde los niños creen que las brujas les traen caramelos -bonbóny- durante la Navidad.

Pues hay también otro tipo de transporte. Yo, cuando pasé las fiestas navideñas en Venezuela, me quedé asombrada cuando todo el mundo acudía a la misa navideña -vánoční mše- en patines de ruedas –kolečkové brusle-. Había tantos patinadores, que hubo que parar el tráfico –zastavit dopravu-.

¡Qué buena costumbre -zvyk-! Aquí en Chequia podríamos introducirla también a lo largo del invierno, solamente cambiando los patines de ruedas por los de hielo. Con tantas heladas -náledí- que hay aquí, parece ser el único modo de cómo moverse sin caerse.

Foto: Archivo de ČRo 7
Otra tradición interesante la mantienen -dodržují- en Ucrania. Los árboles navideños -vánoční stromečky- los decoran, además de los adornos tradicionales, con arañas y telarañas -pavouci a pavučiny- artificiales. Según una leyenda de ese país, una mujer pobre no tuvo dinero para comprar la decoración navideña -vánoční ozdoby-, sin embargo, encontró una araña que le tejió una telaraña para adornar -ozdobit- el árbol. A partir de entonces, en Ucrania las arañas traen suerte -přinášejí štěstí-.

Pues a mí, a lo mejor me provocarían un infarto.

Entonces, si eres tan sensible, tampoco te gustaría la costumbre que mantienen en Portugal -Portugalsko-. Allí las amas de casa invitan a sus familiares difuntos –zemřelé příbuzné- a cenar, sirviéndoles comida y diversas golosinas. Se cree que al hacerlo, la suerte regresará a la familia el año venidero -příští rok-.

¿Te has inspirado en alguna de esas tradiciones para enriquecer tus fiestas?

De momento me conformo con las tradiciones locales. Y en el futuro veremos a dónde me llevará la vida.