“Muchos no querrían ver un film sobre ancianos con actores reales”

Arrugas

El largometraje español ‘Arrugas’, ganador de dos premios Goya en 2012, hizo reflexionar en el festival de Karlovy Vary acerca del trato que se le da a las personas mayores, condenadas en muchos casos al olvido tanto en la sociedad, los medios de comunicación, así como en sus propias familias. Lo hizo a través de sus personajes de dibujos animados surgidos de un cómic, formas cada vez más utilizadas para retratar también la realidad y su lado más ingrato, según explicó a Radio Praga el director de la cinta, Ignacio Ferreras.

Arrugas,  foto: Film Servis Festival Karlovy Vary
La película ‘Arrugas’ transcurre dentro de una residencia de ancianos. Todo es dormir, comer y pasar el tiempo entre recuerdos, añoranzas, despistes propios de la edad, nostalgias, medicamentos y a la espera de las visitas de los familiares, que casi nunca llegan.

Una cuestión cruda, difícil de abordar y de aceptar, frecuente en nuestra sociedad pero de la que muy poco se habla. Para Ignacio Ferreras, director de ‘Arrugas’, que presentó en el Festival de Cine de Karlovy Vary, la animación permite a menudo hacer llegar al espectador cuestiones delicadas, que no lo lograrían de otra manera.

“Tienes distintas herramientas, y entonces puedes hacer cosas distintas. En temas así, que casi dan miedo, yo creo que hay mucha gente que no querría ver una película con personajes reales. Entonces la animación ayuda un poco a introducir el tema por un lado. También creo que en cierto modo es más fácil identificarse con los personajes cuando se trata de animación. Puedes proyectar un poco más a personas que tú conoces en esa cara que al final son unas pocas rayas y no es una cara de verdad. Tú ahí puedes poner un poco tu propia historia”.

Ignacio Ferreras y la guionista Rossana Cecchini. Foto: Daniel Ordóñez
La soledad, los achaques y la pesadumbre al final de sus días de los personajes coloridos de ‘Arrugas’ consiguen de inmediato la empatía del espectador y una comprensión que ya desearían muchas personas mayores de carne y hueso.

El propio Ignacio Ferreras reconoce que hasta que se enfrentó al proyecto ‘Arrugas’, que le fue encargado pero que él no creó, ya que la trama y los personajes surgen de un cómic de Paco Roca, tampoco él se había dedicado nunca a ese tema, participando de esa falta de atención de la que adolecen las personas mayores.

“Somos todos culpables en esto. Yo también hasta hacer esta película. Porque ahora, después de haberla hecho, en cierto modo casi es difícil salir de esto, y espero no salir del todo. Esto es una historia de todo un mundo de miles de historias. Y precisamente al hacer ‘Arrugas’, quizás un problema para mí era el atenerse a esta historia, a este cómic, porque en cuanto empezabas a mirar un poco, encontrabas un millón de situaciones, de historias, de cosas, que te piensas que también sería una buena historia, una gran película. Es casi todo un género lo que puedes sacar de esto, y sin embargo apenas lo ves, porque al final es una faceta de la vida, un tercio de la vida o un cuarto, que a todos toca, o a casi todos. Y sin embargo, proporcionalmente, el número de películas que trata de ello es mínimo”.

Arrugas,  foto: Film Servis Festival Karlovy Vary
El argumento de ‘Arrugas’ puede que a priori no parezca tan atractivo para muchos. Sin embargo, para algunos críticos se trata de una de las mejores películas españolas hechas en los últimos tiempos. Este año se llevó dos premios Goya, de la Academia de Cine española, como mejor película de animación y mejor guión adaptado. También fue nominada a mejor película para los premios Annie, los Oscar del cine de animación.

Los dibujos amables de Paco Roca dejan también lugar en la historia a notas de color, esperanza y amistad en una trama dura de por sí. La colaboración entre el director y el padre de los protagonistas fue constante en el proceso de creación de la película, cuenta Ferreras.

“Lo conocí, nos encontramos varias veces y luego estuvimos muy en contacto. Aunque yo en realidad vivo en Edimburgo. Entonces trabajé mucho a través de Internet, teléfonos, Skype, FTP y todo esto. Hablamos mucho, escribimos mucho, y a veces nos encontramos cuando iba por allí. Así que tuvimos mucha relación y todavía seguimos en contacto, o sea que nos llevamos bien. Así que creo que le gustó de verdad, porque cuando le escribo todavía me contesta”.

Aunque no lo parezca, Ferreras asegura que es más caro hacer una película de animación que una con actores al uso. El animador hizo su primer largometraje con la idea de entrada de que este sería también su última película, aunque quién sabe, en adelante dependerá de la oferta, dice.

“Acabo de cumplir los 40. Que sé yo… A lo mejor a los 20 tenía un gran deseo de dirigir películas, pero luego sigues trabajando en el mundo del cine y te das cuenta de que ver películas es genial y hacerlas es algo un poco distinto. Es un trabajo difícil, estresante, lleno de responsabilidades. Entonces, cuando me llegó la oferta, no es que estuviese desesperado por dirigir un largometraje, me lo pensé un poco porque he visto directores de largometrajes, y sé lo que es la presión, la amargura durante dos años o tres años de tu vida en hacer la película. Era bastante consciente en dónde me metía. Pero bueno, aún así la cosa fue bien, yo creo”.

Ignacio Ferreras,  foto: Film Servis Festival Karlovy Vary
Ignacio Ferreras es la antítesis del habitual director o actor novel deseoso de pasearse por festivales, exhibirse, hacer contactos y participar de la farándula propia de estos encuentros. Austero, introvertido, reconoce que más bien intenta evitar ir a festivales. Pero para Karlovy Vary tuvo que hacer una excepción, al ser incluido en la sección Diez Directores Europeos que Ver según la revista de cine Variety, siendo ‘Arrugas’ la única película de animación de la sección.

“Es una cosa un poco especial esta sección de la selección de los ‘Diez Directores Europeos que Ver según Variety’. La película ya ha estado en muchos festivales. Hace un año que se estrenó en el festival de San Sebastián. En cierto modo no va a ser el último festival donde se ponga, ni mucho menos, pero sí que hay un poco una sensación de que, bueno, es un poco para redondear la vida de festival que ha tenido la película al venir aquí a Karlovy Vary. Así que me dejé convencer”.

Muchos de los que ovacionaron al tímido Ignacio Ferreras tras ver ‘Arrugas’ en Karlovy Vary seguramente deseen que también se deje convencer para que este animador nacido en Argentina y residente en Escocia vuelva a dirigir otra película.

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