La capilla de San Venceslao es uno de los mayores tesoros de Chequia

Socha sv. Václava v katedrále sv. Víta, Václava a Vojtěcha na Pražském hradě

El 28 de septiembre se festeja en la República Checa el 'Día de la Nación Checa' consagrado al santo patrono principal de las Tierras Checas, San Venceslao. El príncipe del linaje de los Premislidas, asesinado en el siglo X por su hermano Boleslao I, fue un excelente político de fuerte fe católica, capaz de ganar para su reinado una firme posición en el contexto europeo, y así también el inmenso respeto de todos sus sucesores en el trono checo. El mayor preconizador de su legado fue el rey Carlos IV, quien mandó construir en la Catedral de San Vito una capilla consagrada al patrono de las Tierras Checas.La obra gótica representa uno de los tesoros arquitectónicos más valiosos de la República Checa, que a lo largo de la historia ha servido de escenario de importantes actos estatales. En este programa especial les invitaremos a conocer esta joya gótica, y también varias leyendas vinculadas con la vida y la muerte del patrono principal de las Tierras Checas.

La capilla de San Venceslao en la Catedral de San Vito | Foto: Barbora Němcová,  Radio Prague International
Se escribía el 28 de septiembre, probablemente del año 935, cuando el príncipe Venceslao se dirigía a la misa en la iglesia de Stará Boleslav, a donde había llegado como invitado de su hermano Boleslao I.

“Gracias por cuidarme tan bien, que Dios te lo pague”, agradeció el príncipe la hospitalidad a su hermano.

“Ahora te quiero cuidar así”, replicó Boleslao, mientras levantaba la espada para golpear a Venceslao en la cabeza.

El príncipe logró quitarle el arma, tirándola fuera, para no derramar la sangre de su hermano. Sin embargo, los sirvientes de Boleslao acudieron en breve para terminar el asesinato.

Sobre el motivo del fratricidio se sigue especulando. Lo cierto es que entre ambos hermanos prevalecían discrepancias ideológicas tanto en cuestiones políticas como religiosas.

El fortalecimiento de la fe católica en el principado checo, hasta entonces basado en principios paganos, representaba la espina en el ojo de muchos jerarcas checos.

En cuanto a los territorios conquistados, Venceslao se conformaba con tan solo un tratado formal sobre la dependencia política que, sin embargo, en muchos casos no llegó a hacerse realidad. Mientras que el príncipe segundogénito era más radical, queriendo someter todos los condados invadidos bajo el reinado de los Premislidas.

Carlos IV era el mayor propagador del culto de San Venceslao

Catedral de San Vito,  foto: Kristýna Maková
Las reliquias del príncipe Venceslao fueron trasladadas de Stará Boleslav a un sepulcro en la majestuosa Catedral de San Vito, situada en el recinto del Castillo de Praga, probablemente en el siglo X.

Con motivo de la conmemoración de la muerte del príncipe Venceslao en el siglo XIV, el rey Carlos IV rindió homenaje al patrono con la construcción de una capilla gótica, situada precisamente en la Catedral de San Vito.

El rey quiso que la obra representara uno de los lugares más sagrados de las Tierras Checas. De su construcción encargó al destacado arquitecto y escultor Petr Parléř, autor de otros importantes monumentos como el Puente de Carlos, el Ayuntamiento de la Ciudad Vieja de Praga o el Templo de Santa Bárbara en Kutná Hora.

La condición del rey fue que la capilla respetara el lugar de la tumba de San Venceslao. Por tanto, mandó levantarla encima de la cripta, concibiéndola como un tabernáculo, según contó a Radio Praga la directora del Departamento del Cuidado de Monumentos del Castillo de Praga, Ivana Kyzourová.

“San Venceslao era para Carlos IV un personaje de alta importancia. Como hijo de Isabel I de Bohemia los unía también la misma sangre. Ya en aquel entonces, San Venceslao no era concebido por la sociedad solamente como santo patrono sino también como un gobernador de Bohemia eterno que solamente confiere el poder a sus sucesores. El respeto de los reyes checos hacia San Venceslao era inmenso, y Carlos IV fue el que más promovió su culto”.

Lo cierto es que desde su nacimiento, la capilla representa el lugar más importante de la Catedral de San Vito.

El tesoro más valioso del sagrario es la tumba de San Venceslao. Su rica decoración fue financiada por medio de diezmos procedentes de los beneficios de las minas de plata y oro de las Tierras Checas. Los acontecimientos históricos sin embargo impidieron que se conservara del todo, indica Kyzourová.

La capilla de San Venceslao en la Catedral de San Vito,  foto: Barbora Kmentová
“Carlos IV hizo construir una tumba valiosa que desapareció durante las Guerras Husitas. La actual fue creada en el siglo XX por el arquitecto Kamil Hilbert, quien trató de acercarse al diseño de la original, cuya descripción se conservó en un documento del siglo XIV. De todos modos, lleva las piedras semipreciosas originales”.

En 1372 los artistas de la corte de Carlos IV adornaron las paredes de la capilla con más de 1300 piedras semipreciosas plantadas en estucos de oro que abrazan una serie de pinturas de episodios evangélicos, según describe Ivana Kyzourová. “El ciclo comienza en la pared occidental con una imagen de Jesucristo en el Monte de los Olivos. Es seguido de otros episodios, terminando con la crucifixión de Jesucristo, donde está retratada también la Virgen María y San Juan. Este cuadro forma la escena principal. Es excepcional no solamente por su excelente elaboración, sino igualmente por el hecho de que aparece también un retrato de Carlos IV junto a su cuarta esposa, Isabel de Pomerania, que figuran en la pintura como donadores. Asimismo podemos ver pequeños retratos de su hijo Vencelao IV y de su esposa Jana Bavorská”.

Milagros de San Venceslao

La capilla de San Venceslao en la Catedral de San Vito,  foto: free domain
La decoración pictórica de la capilla abarca un espacio de más de 300 m². Una parte retrata una serie de escenas vinculadas con las leyendas relacionadas con la vida y la muerte del príncipe Venceslao.

Una de ellas retrata un acto donde Venceslao figura como el séptimo príncipe elector, un cargo que le otorgó el derecho de participar en la elección de los emperadores de Alemania.

Habiendo llegado tarde a la asamblea electoral, dejó indignado al rey de la Francia Oriental, Enrique I el Pajarero, quien dio la orden de que nadie se levantara para dar la bienvenida al príncipe checo. Sin embargo, la compañía del Venceslao le hizo cambiar de opinión, explica Ivana Kyzourová.

“Según la leyenda el príncipe Venceslao llegó acompañado de ángeles y el retrato muestra la sorpresa del rey que, pese a su enfado, se levanta e incluso ofrece al príncipe asiento a su lado”.

Ivana Kyzourová,  foto: ČT24
Al concluir la asamblea, el rey Enrique además abrió la caja del tesoro real y ofreció al príncipe que escogiera lo que quisiera.

La elección recayó en el relicario de San Vito, en cuya memoria Venceslao posteriormente mandó construir una rotunda, que se ha convertido con el tiempo en la actual Catedral de San Vito.

Otros milagros surgieron supuestamente después de la muerte del príncipe premislida. Las crónicas hablaban por ejemplo sobre la cicatrización de sus heridas mortales o el misterioso traslado del carro con sus restos mortales por un río embravecido.

Otra leyenda sostiene que los enfermos que rezaban a San Venceslao llegaban a recuperar su salud, mientras que los presos devotos se deshacían de sus grilletes.

El único acceso a las joyas de coronación de los Reyes de Bohemia

Carlos IV. ,  foto: Kristýna Maková
En la parte derecha de la pared sur de la capilla se halla una puerta que conduce hacia la cámara donde yacen depositadas las joyas de coronación de los reyes de Bohemia, el patrimonio cultural de la República Checa.

Para acceder a este tesoro nacional es necesario disponer de siete llaves que están en posesión de los representantes del Estado, la ciudad de Praga y la Iglesia.

La pieza más antigua es la corona de San Venceslao, fabricada en el siglo XIV por orden de Carlos IV. La joya de oro de más de dos kilos de peso está decorada con 96 piedras preciosas y 20 perlas y su parte superior es adornada por un gran camafeo romano.

Las joyas de coronación | Foto: Filip Jandourek,  Český rozhlas
De acuerdo con la orden de Carlos IV, la corona debería estar puesta en el cráneo de San Venceslao, siempre y cuando no se celebren las ceremonias de coronación. No obstante, actualmente se encuentra junto a otras joyas de coronación guardada en una cámara de la capilla.

A mediados de los años sesenta, las pinturas de la capilla pasaron por una restauración, ya que a lo largo de los siglos fueron dañadas por la humedad, y el paso del tiempo en general. Durante los trabajos se realizó también una investigación con una infracámara que reveló una sorpresa, apunta Kyzourová. “En el rincón sureste encontramos debajo de dos escenas de los evangelios unas pinturas más antiguas. Datan de finales del siglo XV y se hicieron al mismo tiempo que una pintura de la procesión de ángeles y los patronos de Bohemia reunidos alrededor de la estatua de San Venceslao”.

La obra artística más conocida de la capilla es la estatua de San Venceslao tallada en piedra. Fue elaborada en el siglo XIV probablemente por Enrique Parléř, un familiar del autor de la capilla.

De acuerdo con los planes originales debía hallarse en el tabernáculo encima de la capilla y apercibir a los peregrinos de la tumba del santo. Carlos IV finalmente decidió colocarla encima del altar principal.

En la actualidad la capilla de San Venceslao sigue siendo el escenario de ceremonias litúrgicas, y también de importantes actos políticos. Es accesible al público a lo largo de todo el año.

El 28 de septiembre se celebra en la República Checa como el 'Día de la Nación' a partir del año 2000, cuando fue aprobado por la Cámara de Diputados como festejo nacional.