Una crisis de panaderos se registra en Chequia

Foto: ČT24

El sector panadero checo sufre una gran falta de profesionales. Sólo unos 150 jóvenes terminan cada año ese aprendizaje.

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El 16 de octubre se celebra el Día Mundial del Pan. En la República Checa cada ciudadano consume anualmente en promedio unos 40 kilos de ese alimento, según datos de la Oficina de Estadísticas. En el país hay unas 700 panaderías, pero escasean panaderos. Por ese oficio se decide un 50% menos de jóvenes en comparación con la situación de hace unos 20 años.

Mientras que el consumo de pan en este país se va reduciendo, la falta de personal, junto con la relativamente baja cosecha de cereales este año, se traducirán en el esperado incremento del precio de este producto, indican los analistas. Hace unos dos años un pan común y corriente costaba unos 85 céntimos de euro, actualmente su precio es de 97 céntimos.

“Un checo se gasta cada año unos 39 euros en pan, una suma verdaderamente baja”, sostuvo Jaromír Dřízal, presidente de la Unión de Panaderos y reposteros. “A su vez, en los juegos de azar gastan como media unos 484 euros al mes, y por los cigarrillos y las bebidas alcohólicas suelen pagar unos 348 mensuales”, apuntó Dřízal.

El pan en la República Checa es uno de los más baratos en Europa, según datos de Eurostat. Concretamente el quinto más barato en comparación con los demás países comunitarios. A un precio aún más bajo se vende en los Balcanes.

El mayor problema del pan en Chequia es la falta de panaderos. Escasean trabajadores tanto en las panaderías pequeñas como en las de los grandes centros comerciales, donde anualmente elaboran más de 6 millones de piezas de pan. Por ello se ven obligados a buscar nuevos empleados entre personas no cualificadas que quieren trabajar en el sector.