Las microcervecerías checas forman un lobby conjunto

Foto: Ondřej Tomšů

Las microcervecerías checas dicen que reciben un trato injusto por parte de las autoridades aduaneras y fiscales y que están sobrecargadas de trámites burocráticos. Ahora los fabricantes de cerveza se están uniendo para presionar al ministro de Finanzas para que cambie.

Las pequeñas cervecerías dela República Checa deben demostrar repetidamente que sus negocios son estables y se ven obligadas a pagar grandes depósitos a las autoridades fiscales como garantía contra potenciales infracciones, informó el diario Hospodářské noviny.

Foto: Ondřej Tomšů
Este es el motivo por el que a principios de esta semana, un grupo de propietarios de microcervecerías se reunieron en Praga para acordar un enfoque conjunto para tratar con el Ministerio de Finanzas y la oficina de aduanas, es decir, para hacer lobby de forma conjunta.

El propietario de la cervecería Raven, de Pilsen, Ladislav Vrtiš, dijo al diario que las leyes relacionadas con el alcohol se habían endurecido tras el escándalo del metanol de 2012, en el que más de tres decenas de personas murieron intoxicadas.

Vrtiš inició el debate actual con una publicación en Facebook quejándose sobre el enfoque de los funcionarios de aduanas sobre las microcervecerías. Dijo que se había visto obligado a pagar un depósito de unos 4.000 euros después de que Raven aumentara su producción y se convirtiera en una "empresa inestable" a los ojos de la autoridad aduanera.

En respuesta a su publicación, Vrtiš recibió una llamada de la ministra de Finanzas, Alena Schillerová, invitándolo a una reunión.

Una invitación al diálogo

Los pequeños fabricantes de cerveza están llamados a reunirse con la ministra para iniciar cambios en las regulaciones que rigen su negocio. El jefe del presidente de la Unión Checa de Microcervecerías, Jan Šuráñ, dijo en la reunión de esta semana que la atención debería centrarse en acabar con la burocracia sin sentido y el requisito de demostrar estabilidad.

Jan Šuráň,  foto: Pavel Kozler
Šuráñ indicó que, en el pasado, si un propietario compraba nuevos tanques, los funcionarios de aduanas simplemente los inspeccionaban y en eso quedaba todo. Ahora, sin embargo, el propietario tiene que pasar por un proceso laborioso para proporcionar evidencia de estabilidad y luego esperar meses para su aprobación. Los cerveceros quieren un retorno a la situación original.

Otras propuestas son introducir un impuesto fijo para todas las microcervecerías, independientemente de la cantidad de cerveza que produzcan y eximirlas de tener que probar una vez al año que no están endeudadas.

La reunión entre los pequeños fabricantes de cerveza y la ministra Schillerová está programada para el 11 de abril, informó Hospodářské noviny.