La reforma de las finanzas públicas es imprescindible

Déficit del presupuesto estatal 2002 - 2006, gráfica: CTK

El Gobierno prepara la mayor reforma de las finanzas públicas de toda la historia de la RCh. Su objetivo principal es frenar el endeudamiento del país. En su mayoría se tratará de pasos poco populares que afectarán las billeteras de casi todos los checos.

Déficit del presupuesto estatal 2002 - 2006,  gráfica: CTK
El Ministerio de Hacienda propone tomar medidas para evitar que se abuse de las subvenciones estatales, del seguro de la enfermedad y de las ayudas al desempleo. Quiere mejorar también, entre otros, el pago de los impuestos y recomienda el aumento del impuesto al consumo y el IVA en el sector de servicios.

El Ministerio de Finanzas propone, además, tomar medidas que reduzcan los gastos del Estado, según señaló la portavoz de ese órgano, Eva Nováková.

"Una de las medidas será la de un control profundo de todos los capítulos presupuestarios, es decir de todos los ministerios y fondos y de todas las organizaciones que utilizan los recursos públicos. El objetivo de ese control será el de describir la utilización de los recursos estatales, evaluar su eficiencia y determinar los posibles ahorros. Los resultados de estos controles los aprovecharemos ya durante el primer semestre de este año".

El Ministerio de Finanzas se propone ahorrar, durante los próximos cuatro años, de tres a siete mil millones de euros. La suma final dependerá de si el Gobierno opta por la variante que supone cortes presupuestarios más radicales en el sistema social.

La mayoría de los políticos están de acuerdo con que es necesario reformar el sistema financiero, pero las visiones sobre su realización difieren notablemente. La izquierda indica que el proyecto es muy duro; la derecha, por el contrario, que debería ser incluso más radical. El borrador de la reforma tiene sus adversarios incluso en el propio Partido Socialdemócrata gubernamental. El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales socialdemócrata, Zdenek Skromach, expresó que la reforma entra en contradicción con el programa preelectoral de dicho partido.

"Creo que es poco digno realizar la reforma a expensas de los jubilados y familias con hijos que no se pueden defender. La reforma se centra excesivamente en la reducción de los gastos sociales y se olvida de las prioridades del programa gubernamental".

Si se lleva a cabo la reforma, el Gobierno no podrá cumplir sus promesas preelectorales, por ejemplo, el aumento de las subvenciones para las familias con hijos o las ayudas para la educación. El diputado socialdemócrata, Jan Mládek, expresó que la reforma afectará a toda la sociedad.

"En realidad se trata de repartir los costes no entre varias capas sociales hoy en día, sino entre la generación actual y la que cobrará los subsidios dentro de cinco o 10 años. Si no hacemos la reforma nosotros, tendrá que realizarse con ayuda del Fondo Monetario, lo que sería mucho más brutal".

Por su parte, la derecha cree que es imprescindible reducir los gastos de las finanzas públicas aun más. El Partido Cívico Democrático, considera el proyecto poco sistemático y poco radical. Los democristianos y liberales coinciden en que no importa tanto que la reforma sea poco radical, lo principal es que por lo menos se lleve a cabo.

El Fondo Monetario Internacional advierte que sin la reforma financiera la RCh podría tener problemas con la implantación de la moneda euro. El vicegobernador del Banco Central Checo, Oldrich Dedek, sostuvo incluso que en caso de que no se realice la reforma, la deuda pública sobrepasaría en el futuro el 40 por ciento del Producto Bruto Interior. Y son precisamente tales niveles los que hicieron estallar en Argentina la crisis financiera.