El consumo de cerveza evoluciona entre la población checa

Foto ilustrativa: Khalil Baalbaki, ČRo

Las ventas de cerveza de barril en Chequia dejan de caer en 2016 por primera desde hace 10 años, según ha publicado el diario Hospodářské noviny este martes. Otros hábitos de la población checa respecto a la cerveza también están cambiando, como el lugar donde adquirirlas o la inclinación por el tipo de bebida.

Foto ilustrativa: Khalil Baalbaki,  ČRo
Un estudio realizado por AC Nielsen desvela que los checos prefieren acudir a las tiendas para comprar cerveza, alcanzando su consumo medio semanal los tres litros y medio. Las ventas al por menor de esta bebida llegaron casi a los 623 millones de euros desde junio de 2016 hasta mayo de 2017, incrementándose en un uno por ciento. Según el asesor de la consultora, Michal Elšík, “El consumo que más creció fue el de rubia, más de una décima”.

El precio medio de una rubia en tienda ronda los 0,6 euros, mientras que el precio de la cerveza de barril se aproxima a 0,35 céntimos. En este sentido, las ventas de cerveza de barril han vivido un ligero crecimiento de casi un punto porcentual desde 2006.

Los gustos de los consumidores por el tipo de cerveza están cambiando. Según el diario financiero Hospodářské noviny, se observa una tendencia por las rubias que tienen un alto contenido de alcohol. La cervecera Pilsner Urquell, por ejemplo, obtuvo un incremento del siete por ciento en la venta de rubias respecto al año anterior. Por el contrario, las cervezas de sabores como las radlers caen frente al auge de las clásicas.

En el caso de la sidra, las ventas también están subiendo. La compañía Plzeňský Prazdroj registró un crecimiento del 20 por ciento en su marca Kingswood desde 2015, según datos proporcionados al diario financiero por la Asociación de Cerveza y Malta.

Autor: Julia Rios
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