Psí vojáci: música afilada como las hojas de afeitar

Psí vojáci , foto: web oficial del grupo Psí vojáci

Un desgarro del alma. Con esas palabras se refería a sus conciertos el pianista Filip Topol, líder de uno de los máximos representantes del underground checo Psí vojáci. Surgida en 1978, la banda dejó de tocar definitivamente en 2013 tras la muerte del cantante, dejando a los fans un patrimonio de doce discos de estudio y varias recopilaciones en directo.

Un debut en la casa de campo de Václav Havel

La trayectoria musical pública de Filip Topol comenzó en 1978 en la casa de campo del disidente y posterior presidente checo Václav Havel.

El pianista, que entonces tenía apenas 14 años de edad, abrió allí el concierto ilegal de la leyenda del underground checoslovaco, The Plastic People of the Universe.

P.V.O.,  foto: web oficial del festival internacional de película de Jihlava
El grupo Psí vojáci, surgido a fines de los años setenta, fue predestinado desde inicios de su carrera a desarrollar sus actividades de manera clandestina en una Checoslovaquia que pasaba por la llamada época de la normalización, tras la invasión de las tropas del Pacto de Varsovia.

La banda pudo editar su primer EP oficialmente recién en 1989 poco antes de la caída del régimen comunista. Aunque el álbum con cuatro piezas no pudo lanzarlo bajo su nombre, sino que se vio obligada a utilizar las siglas de P.V.O., un acrónimo que significaba Soldados Perros en Persona (Psí vojáci osobně).

El trabajo incluye las piezas esenciales de la trayectoria de la banda, tanto la canción que abrió este espacio titulada ‘Žiletky’, o sea Hojas de Afeitar, como el tema ‘Marilyn Monroe’.

Hojas de afeitar sobre el cuerpo
Hojas de afeitar en el cuerpo
Hojas de afeitar en los cabellos
Hojas de afeitar y un punto

Despertando el interés del público y de la Policía Secreta

Psí vojáci significa en español Soldados Perros. Al buscar el nombre, la banda se dejó inspirar por la alianza de guerra de la tribu de los cheyenes de la novela ‘Pequeño Gran Hombre’, de Thomas Berger.

Psí vojáci ,  foto: web oficial del grupo Psí vojáci
La banda comenzó a tocar como trío. La formación, que contaba con piano, bajo y batería, tiraba a jazz rock desde principios de su existencia, aunque con toques de punk rock.

El grupo llamó la atención del público en su estreno oficial en la novena edición de las Jornadas de Jazz de Praga en 1979, despertando tanto el interés de los fans como de la Policía Secreta del Estado.

Los Soldados Perros pudieron editar su primer disco de larga duración tan solo en 1991 tras diez años de existencia bajo el título ‘Di las Cosas Claras, Hipócrita’ (Nalij čistého vína, pokrytče), que abre otro tema famoso de la banda titulado ‘Russian Mystic Pop opus IV’.

En una taberna en los intestinos divinos

Filip Topol combinaba desde principios de su carrera la música popular tanto con toques de jazz como de música clásica.

Josef Topol,  foto: Guía de la literatura checa
En 1980, la banda incorporó la guitarra, pero ese experimento no duró mucho tiempo. Los Soldados Perros dieron solo un concierto acompañado de la guitarra para volver a tocar como trío. Aunque más tarde tocó con invitados especiales, aprovechando el violín y el saxófono, entre otros.

Como hemos dicho, la banda tuvo grandes problemas con la Policía Secreta desde principios de su carrera.

Josef Topol, el dramaturgo y padre de los hermanos Filip y Jáchym, fue amigo de Václav Havel y a los conciertos de la banda Psí vojáci acudían los signatarios de Carta 77, movimiento que solicitaba respeto de los derechos humanos en la Checoslovaquia comunista.

“A principios pensábamos que podríamos tocar legalmente, pero pronto comenzaron los problemas de verdad. No nos fuimos deliberadamente al subterráneo, no fue nuestro objetivo formar parte de la cultura underground. Fue la policía la que nos empujó allá”, recordaba más tarde Filip Topol. Por eso las letras muchas veces estaban llenas de escepticismo.

En una taberna sucia
En la periferia
Para una mañana huérfana
En un hueco
En los intestinos divinos

En la primera mitad de los años 80, el grupo daba conciertos clandestinos y vivió una época muy agitada, según recordaba el líder de la banda Filip Topol.

“Era una fantasmagoría. Tocábamos solo en Moravia, en sótanos, había redadas policiales. Por ejemplo, llegamos a Moravia del Sur, donde el manager nos subió a una furgoneta y escondió bajo un toldo y nos llevó a un lugar desconocido y al final tocamos en un hueco de un Comité Nacional, con el retrato del presidente de la República Husák sobre la cabeza”, contaba Topol en la Televisión Checa.

Pero en el año 1986 se produjo un cambio importante en la trayectoria de la banda al recibir el visto bueno para dar conciertos por vía oficial, aunque bajo otro nombre.

Los Soldados Perros comenzaron a tocar bajo el título de P.V.O. que quería decir Soldados Perros en Persona.

La posibilidad de presentarse ante el público normalmente significó un nuevo viento en las velas de la banda que corría el peligro de atrofiarse.

Entonces surgieron las piezas más conocidas de la banda, que eran más ligeras desde el punto de vista musical, como de las letras.

Piano como un ser orgánico

Con piano clásico como protagonista principal inesperado en el ámbito roquero, Psí vojáci se convirtió en una de las bandas más importantes del rock nacional.

La verdad es que el líder del grupo Filip Topol lo tocaba de manera muy roquera. A veces parecía que estaba más bien peleando con el instrumento, en cuyas teclas quedaban tras los conciertos manchas sangrientas de las manos del pianista.

El mismo comentó su manera de tocar en 1990 en la revista Rock & Pop con las siguientes palabras:

Filip Topol,  foto: Pastorius,  CC BY 3.0 Unported
“Considero el piano como un formidable animal de las montañas que tengo que domar. Si el piano tiene sexo, creo que es femenino. Al estar en el vestuario antes del concierto ya estoy pensando en él. Cómo me está esperando en el escenario, con sus dientes blancos. Lo abro y él los enseña. Entonces empiezo a pelear con él. Escucho los colores, juego con ellos. Creo que es un animal orgánico”, dijo el pianista.

Tras la Revolución de Terciopelo, en 1989, Psí vojáci pudieron tocar en el extranjero. Recorrieron Francia, Holanda, Hungría y Austria, entre otros países.

Con el transcurso de los años, el líder de la banda Filip Topol luchaba con cada vez mayor dificultad con su adicción al alcohol y los problemas de salud.

En 1997 Topol dejó de beber y un año más tarde tuvo que operarse el páncreas.

La banda siguió tocando, con pausas ocasionales. El último concierto lo dio el 25 de mayo de 2013 en Ámsterdam. Filip Topol murió cuatro semanas después.

Autor: Roman Casado
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