Los conquistadores del Monasterio de Strahov

Hace más de mil años cuando comenzó a formarse el estado checo, los monasterios ejercieron un papel insustituíble, atesorando hasta la actualidad, la memoria nacional. En los monasterios podemos buscar los inicios del camino cristiano de la sociedad checa.

El monasterio de Strahov en Praga es uno de los más antiguos. Durante toda su existencia, los premonstratentes de Strahov dieron preferencia a la riqueza espiritual. Una de las pruebas más elocuentes de esta actividad es la famosa biblioteca con innumerables volúmenes de diferentes épocas, incluyendo los más valiosos manuscritos e incunabules, es decir, los libros impresos en la segunda mitad del siglo l5, o durante los primeros 50 años después del descubrimiento de la imprenta.

Sin embargo, en el monasterio de Strahov no se encuentran solamente libros, sino también excelentes colecciones de pintura, escultura y otros objetos artísticos, comparables solamente con las famosas colecciones del emperador Rodolfo Segundo.

Esta riqueza siempre constituyó una fabulosa tentación para los conquistadores de turno, por ejemplo, los suecos que en el siglo 17 durante la guerra de los 30 años, sustrajeron del monasterio muchos manuscritos e impresos, que hasta la actualidad forman parte de la Biblioteca Nacional de Suecia.

Sin embargo, los manuscritos y las colecciones más valiosas fueron vigiladas celosamente por los premostratenses. Las joyas más valiosas, propiedad del monasterio, fueron escondidas en los pasadizos subterráneos, protegidas de la humedad con un sofisticado sistema de ventilación. De esta manera pudieron sortear los avatares del tiempo y los saqueos de las huestes invasoras que tantas veces trataron conquistar la capital, Praga. Las joyas del monasterio resistieron hasta el siglo pasado.

Pero el transcurso del siglo 2O era fatal para el monasterio. Los nazis alemanes sustrajeron del monasterio "La Fiesta del Rosario" de Dürer. Afortunadamente, no tuvieron tiempo para saquear completamente las magníficas joyas que atesoraba el monasterio.

Por su parte, los comunistas fueron mucho más consecuentes. En una noche del año 1949 ocuparon el monasterio, internaron a los monjes y torturaron al abad, con el fin de liberar al monasterio para los fines de la tristemente célebre revolución cultural.

En primer lugar, cubrieron de pintura los frescos del siglo 18, después destruyeron la capilla del abad y algunos depositarios barrocos. Todavía viven algunos testigos que precenciaron el trágico destino de los libros depositados en el monasterio. Una enorme cantidad de preciosos libros fueron condenados al abandono, simplemente se les dejó pudrir como basura. Así era uno de los tristes legados del pasado en la esfera de la herencia cultural checa, previa tanto a 1948 como a 1989.

Autor: Vít Urban
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