Los checos ya admiran el mayor tesoro del Perú

El Lanzón (Foto: CTK)

El oro de los incas es uno de los bienes más preciados por los peruanos. A contar del sábado pasado, y hasta mayo del próximo año, una exposición en el Castillo de Praga le permite a los checos apreciar en vivo y en directo parte de ese maravilloso legado.

El Lanzón  (Foto: CTK)
Son 87 piezas de oro puro, algunas de hasta tres kilogramos de peso, que por su perfección y belleza, podrían ser la envidia de cualquier orfebre que se precie de tal. Pero no están a la venta. Pertenecen al patrimonio del Perú y llegaron a Praga para formar parte de una exhibición -La maldición del oro: mil años de oro inca-, organizada en conjunto entre el Estado peruano, el Museo de Oro del Perú y privados.

Victoria Mujica, directora del Museo de Oro del Perú, afirma que de las siete mil piezas que componen la colección íntegra, eligieron las más representativas para que los checos puedan admirar este tesoro.

Victoria Mujica y el pájaro de oro  (Foto: CTK)
“Estamos en conversaciones hace alrededor de siete meses, donde cuidadosamente se empieza a pensar qué colección se puede llevar porque tenemos alrededor de siete mil piezas en exhibición. De esas se hace una selección cuidadosa de las distintas culturas peruanas para que cada país se pueda llevar una imagen de lo que fueron estas culturas antiguas peruanas”.

Carlos Rea es el comisario designado por el Estado peruano para esta exposición y como tal, se siente orgulloso de que los checos muestren tanto interés.

“Es una muestra de orgullo el lograr que la gente de aquí de República Checa tenga la posibilidad de admirar parte del arte prehispánico peruano. La palabra inca tiene una connotación muy amplia y en ella se engloba todo el desarollo cultural peruano, cosa que no es así porque gran parte de esta muestra proviene de períodos anteriores, previos”.

Victoria Mujica, que es hija de Miguel Mujica Gallo, el creador de la colección, prefiere no hablar del monto de los seguros involucrados, algo que ha despertado el morbo de la prensa checa.

“Bueno, como usted comprenderá, son piezas de un precio incalculable para tomar los seguros. De todas maneras hay que poner una cifra. Nosotros normalmente no hablamos de esa cifra, por motivos de seguridad, pero son piezas de mucho valor”.

Y a pesar de llevar toda su vida vinculada a este tesoro artístico, Mujica dice que nunca terminará de admirarlo.

“Yo soy una gran admiradora de todo el arte peruano antiguo y como usted comprenderá, he nacido viendo estas piezas en el museo de mi padre, que empezó como una colección privada y ahora es una fundación. Y tengo una gran admiración por todas estas piezas y para mí es una gran emoción y yo creo que mi padre,que murió en el año 2001, se debe sentir muy orgulloso de la gran obra que él hizo”.

Luis Hurtado, comisario general del Museo de Oro del Perú y principal responsable de la organización de la muestra, cree que el hecho de que el mundo esté inmerso actualmente en una crisis económica le añade un plus a la exhibición.

“Sí, la verdad es que las crisis reavivan el valor del oro, del vil metal, como dicen unos, y del noble, como dicen otros... Pero sí es cierto que el oro siempre ha sido, digamos, el buque insignia. En las antiguas culturas no tenía el valor monetario que hoy, era un valor simbólico, lo asociaban al mundo de ultratumba, al mundo de los dioses, al sol, por el color. Y si bien es cierto que hoy tiene un valor económico importante, para las culturas antiguas no era así, era solamente el gran valor simbólico que tenía”.

Consultado Hurtado si no le tiembla la mano cuando toma una de estas piezas, comenta:

“Algunos de los vasos que vas a ver en la exposición son enormes y pesan algo así como tres kilos. Ahí ya es más miedo. Una pieza de 500 gramos es normal en este tipo de orfebrería. Una pieza, si tenemos en cuenta que todo ha salido de pepitas, de pequeñas pepitas de oro, a base de martillar, fundir, martillar, laminar... Para crear una pieza de unos 30, 40 centímetros, y con un peso de tres kilos, eso es algo inaudito incluso hoy. Sería muy difícil que los orfebres de hoy, laminando oro, llegaran a una pieza de este tipo en la cual no se ve ninguna junta, no se ve absolutamente nada”.

El oro de los incas estará en exhibición en el Castillo de Praga hasta el 31 de mayo del próximo año.