La vuelta al mundo del cine checo

‘Una normal película autista’, fuente: ČT
0:00
/
0:00

La cuarta edición del Festival de cine europeo Al este del Plata profundiza la vigencia del cine checo en Argentina.

La Escuela de Cine y Televisión (FAMU) de Praga es la quinta más antigua del mundo además de ser una de las más prestigiosas: muchos de sus graduados, cineastas o guionistas, han logrado fama internacional. Justamente ahí estudió seis años el realizador David Duponchel, creador y director de tres festivales dedicados al cine europeo oriental y central dispersos en tres países del mundo: Francia, Perú y Argentina.

El primero fue el de Francia, que se llama A l’Est, du Nouveau y ya cumplió trece ediciones, después vino Al Este de Lima en Perú y el último fue Al este del Plata, en Argentina, que acaba de lanzar su cuarta edición. Esta se extenderá hasta el 18 de octubre con una serie de películas de Georgia, Eslovenia, Serbia, Polonia y, por supuesto, República Checa donde, en cierta forma, surgió esta idea. Nos cuenta David Duponchel:

“Me quedé a vivir en República Checa durante 8 años y yo quería compartir ese cine que había conocido en la FAMU, entonces creé este festival en Francia y cuando llegué acá a Perú me di cuenta que no había otra propuesta de cine que el hollywoodense. Y de verdad el festival acá ha funcionado muy bien, eso fue fantástico de ver, cómo el público peruano buscaba un cine más exigente, después en Perú se han creado otros festivales. Tenemos tres festivales: uno que tiene como trece ediciones que está en Francia y después cuando me mudé a Perú lo creé acá, hoy es un gran evento, tiene como veinte salas, proyectamos setenta u ochenta películas que vienen de Europa central y oriental, y hay algo que se llama Estelab, como un laboratorio del este donde vienen un montón de directores. Hace cuatro o cinco años vinieron desde Argentina como voluntarios para apoyarnos al festival de Lima, y me han dicho: queremos hacerlo en Buenos Aires y en Córdoba. Y así fue que hicimos una primera edición sin jurado, solamente una muestra, y entonces de año en año el festival se está desarrollando en Argentina".

David Duponchel,  foto: YouTube
La propuesta de estos tres festivales es emprender un viaje al corazón de Europa central y oriental a partir de estéticas que, aunque provienen de países muy distintos tienen, sin embargo, algo en común, prosigue Duponchel.

“Para mí es un cine que intenta un montón, es decir que hay joyas que como no tienen una industria tan pesada, se concentran en la idea de buscar temáticas diferentes. Son formas de narración distintas, sin ir al cine experimental, y de verdad tiene un tono particular y artesanos muy buenos, tiene escuelas de cine muy buenas y temáticas como la fragmentación de la sociedad, la adaptación a la economía de mercado, y me gusta mucho este mundo documental que me parece que todavía es algo que falta en América Latina, hay un espíritu muy particular que me gusta compartir”.

Lo más nuevo del cine checo

‘Una normal película autista’,  fuente: ČT
La cuarta edición de Al este del Plata, la sucursal argentina de este festival tendrá, como todos los años, un panorama más que interesante del nuevo cine checo. Nos comenta cada una de esas propuestas Ada Quintana, productora general del evento:

“La película ‘Una normal película autista’, de Miroslav Janek, que también ha tenido varias nominaciones en festivales, es una película documental o no ficción que se enfoca en la vida de los niños con síndromes autistas, pero de una manera en la que el director voltea un poco la cara del tema porque normalmente los vemos como personas con habilidades diferentes, discapacitados, pero no vemos que quizás ellos tienen también todo un lenguaje y toda una riqueza que nosotros podríamos apreciar de otra forma. Luego tenemos ‘Una vida en imágenes’, que es un homenaje al fotógrafo André Villers, francés, pero la película es de realización checa, una ópera prima, largometraje de Markéta Tomanová, directora checa muy joven y talentosa. La película está viajando por muchísimos festivales”.

A lo largo de su existencia, el festival ha tenido un fuerte vínculo con el cine checo, con retrospectivas de František Vláčil y Jan Švankmajer, homenajes a Věra Chytilová y la presencia durante dos ediciones consecutivas del director Petr Václav, cuya película ‘Cesta ven’ resultó ganadora.

Un cine con tradición

‘Cesta ven’,  fuente: Aerofilms
Pero esta edición, además, tendrá el condimento de que muchas de sus películas se proyectarán en el mítico cine Cosmos, ubicado en la emblemática Avenida Corrientes, conocida por los argentinos como “la calle que nunca duerme”. Gabriel Guralnik, director de este cine que hace poco volvió a abrir sus puertas, nos cuenta a qué se debe su importancia.

“El Cosmos tiene una larga historia, a partir de la década del 60 se posicionó como el espacio donde se proyectaban sobre todo en aquella época películas de la Unión soviética y de Europa oriental, que estaban casi prohibidas, y ahí uno las podía ver muchas veces a pesar de las dictaduras, donde también se proyectaban algunos grandes como Bergman. El cine cerró a fines de la década del 80, hace treinta años, en el momento en que los cines estaban cerrando por la aparición de lo que en aquel momento era el VHS, la televisión por cable, todo lo que le competía al cine, después revivió en los 90 y volvió a cerrar hace unos diez años hasta que lo compró ahora la Universidad de Buenos Aires. La idea nuestra fue reciclar completamente el cine en cuanto a la parte técnica y las instalaciones, dejamos toda la estética original tal como era en el año sesenta, y la idea es que vuelva a ser espacio de cine de autor”.

Además de alojar esta nueva edición del Festival al este del Plata, el cine Cosmos también tiene un vínculo muy fuerte con el cine checo y checoslovaco ya que en muchos de sus ciclos pasan películas entrañables, continúa Guralnik.

‘Trenes Rigurosamente Vigilados’,  fuente: ČT
“Yo estuve pasando en los ciclos películas como de Jiří Menzel, que uno conoce ‘Trenes Rigurosamente Vigilados’, pero también está ‘Alondras en un Hilo’, que no se pudo terminar hasta que terminó el período soviético en 1989, se filmó en el 69, pero no se pudo estrenar porque era demasiado crítica con la dictadura simplemente. También proyectamos ‘La Tienda de la Calle Mayor’ que es la película con la que abrió el Cosmos en los ’60 y que estuvo veintitrés semanas en cartel en aquel momento”.

A la hora de pensar por qué el público argentino suele responder con tanto entusiasmo a la proyección de distintas películas checas, Guranlik nos explica que, a pesar de las obvias diferencias, se trata de dos culturas que también tienen mucho en común, sobre todo en lo que hace a la marca que, a lo largo de sus respectivas historias, dejaron las dictaduras.

“A mí me da la impresión de que tenemos además de una cuestión estética, de que nos gusta esa estética, así como nos gusta el cine francés por ejemplo, nos debe tocar un poco alguna cuerda esto de un lugar que, está todo bien sea socialista, pero no está nada bien que sea una dictadura”.