Celebran en Ostrava centenario del fotógrafo Rudolf Janda

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En el Museo de Ostrava se acaba de inaugurar la exposición "Paisajes", del fotógrafo checo Rudolf Janda. La muestra ofrece al público una selección de lo más destacado de la obra de este artista especializado en fotografiar la naturaleza.

Rudolf Janda, fotógrafo checo de la naturaleza, nació en Moravia del este hace cien años. Para conmemorar esta fecha, el Museo de la ciudad de Ostrava inauguró el 13 de septiembre la exposición colectiva "Paisajes", con obras de diversos autores, entre los que destaca Janda como figura principal.

La sección de la exposición dedicada a este artista está compuesta por 35 fotografías que representan lo más destacado de su obra. Se trata de fotos en blanco y negro, en un formato de 50 x 70 centímetros, que capturan el ciclo vital del bosque primario de Moravia a lo largo de las estaciones del año.

La idea de organizar la exposición fue iniciativa de la Agencia Estatal para la Preservación de la Naturaleza y el Paisaje. Se trata de uno de aquellos notables casos en que una institución conservacionista halla en el arte a un aliado. El director de la seccional de Ostrava, Petr Birklen, comentó que la exposición empezó a fraguarse a partir de su encuentro personal con las fotografías de Janda.

"Hace dos años llegaron a mis manos una serie de fotos de Rudolf Janda escaneadas a partir de placas de vidrio. Me fascinó su belleza, así que empecé a pensar en la manera de darles difusión. Este año, aprovechando el centenario de Janda, nos pusimos de acuerdo con el Museo de Ostrava, que también consideró importante organizar esta exposición de fotografía paisajística. El resultado es la muestra que acabamos de inaugurar y que considero muy lograda", dijo Birklen.

La directora del Museo de Ostrava, Jirina Kábrtová, destacó las afinidades que llevaron a la institución a acoger en su recinto la exposición.

"La naturaleza es un tema cercano a Rudolf Janda, y también lo es para nuestro Museo. Tenemos además una colección de sus fotografías. Yo tuve la fortuna de conocerlo personalmente, de manera que cuando se me propuso la idea de organizar esta exposición, enseguida acepté encantada", dijo Kábrtová.

Rudolf Janda (1907-2000) nació un 15 de septiembre en Fren"tát, un pueblo de campesinos y artesanos de Moravia oriental rodeado por el abundante verdor de las montañas Beskydy. De profesión abogado, empezó desde muy joven a interesarse por la fotografía, cultivando inicialmente el retrato y las imágenes de ciudades.

Pronto su entorno natal empezaría a imponerse en su creación, llevándole a centrarse cada vez más en los ríos y paisajes abiertos, hasta llegar finalmente a su motivo principal, el bosque primario. Fue este el tema que lo apasionó y lo llevó a recorrer incansablemente su tierra de origen y otras regiones del planeta, incluyendo América Latina, a lo largo de 70 años de trabajo con la cámara.

Fue también un gran montañista y activista de la conservación ambiental, capaz de caminar días enteros por las cordilleras cargando su pesado equipo fotográfico. Frecuentemente acampaba en medio de cambiantes condiciones atmosféricas para lograr tomas precisas con una iluminación apropiada.

La luz era importante, pues fotografiaba estrictamente en blanco y negro, lo que lo hacía particularmente dependiente del contraste. Hallaba en la ausencia de color una virtud especial: la obligación que se le imponía de hacer sobresalir la composición de las formas por encima del mero atractivo cromático.

Aunque se han publicado dos libros, se han hecho varias exposiciones, y varios museos y galerías tienen fotos y negativos suyos, Rudolf Janda es aún poco conocido en la República Checa. Jiri Siostrzonek, profesor del Instituto de Fotografía de la Universidad Silesia de Opava dice que todo indicaría que Janda se distanció voluntariamente del reconocimiento público.

"Rudolf Janda produjo cerca de 15000 negativos en blanco y negro y 8000 en color, y su nombre está registrado en algunas enciclopedias internacionales, pero su obra es relativamente poco conocida. ¿Por qué este hombre, que conoció a los principales exponentes de la vanguardia de entreguerra, decidió seguir trabajando completamente solo y permanecer en su región natal, en lugar de buscar que su nombre se hiciese célebre? La respuesta probablemente esté en el hecho de que para él sus fotografías eran anotaciones de su diario personal, las hacía principalmente para sí mismo y no consideraba la necesidad de exponerlas. Si él ganó alguna riqueza, esta no fue económica, sino la de haberse podido encontrar en este mundo con aquello que podemos llamar belleza", puntualizó Siostrzonek.

Siostrzonek presenta además un dato biográfico poco conocido sobre Janda que devela la motivación original que puede llevar a un artista a perseguir durante toda su vida una misma idea.

"Hay muchos artistas con una gran sensibilidad, pero pocos llegan a vivir una experiencia singular que tuvo Rudolf Janda. Cuando tenía cinco años, un día mientras atravesaba el bosque con su padre, de pronto tuvo una sensación de revelación. De repente vio el bosque de una manera distinta, el bosque se le reveló en su totalidad, como un ente, un ser viviente que le hablaba. Sólo quienes han vivod momentos así entienden esto. Creo que el artista que ha sido tocado por una revelación así vive el resto de vida guiado por esa experiencia", declaró Siostrzonek.

Rudolf Janda fue también un gran viajero. Recorrió numerosos países tanto de Europa como del mundo entero llevando siempre la cámara y el trípode. De esta manera llegó también a Colombia, donde prestó sus servicios durante un año como fotógrafo a la Administración de Parques Naturales de dicho país latinoamericano.

Gracias a las facilidades de desplazamiento ofrecidas por la entidad estatal, fotografió ampliamente los paisaje selváticos de la cuenca del río Orinoco, y los parques naturales de las regiones del Tayrona, Cauca y Huila.

Autor: Zdena Porras
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