Ciencia

Museo minero de Pribram, foto: Vaclav Bestak, CC BY 3.0 Unported

En esta edición les contaremos que la genética obliga a remodelar las exposiciones del Museo Nacional de Praga. Podrán enterarse de que en la República Checa aumenta el número de personas que contraen la encefalitis transmitida por las garrapatas y que crece el interés por la preservación del patrimonio técnico.

La genética trastorna la clasificación de las aves

Cóndor,  foto: Abehm-de,  CC BY 3.0 Unported
Los tests genéticos revelaron, entre otros, que el majestuoso cóndor, denominado también el buitre de América, no es en realidad un buitre sino un descendiente de las cigueñas que se adaptaron para alimentarse de carroña.

La genética ha demostrado igualmente que las águilas, los flamencos y los pingüinos tienen una relación de parentesco más cercana de lo que se suponía hasta ahora.

A la nueva clasificación deben adaptarse también los establecimientos que divulgan la ciencia. En el Museo Nacional de Praga han procedido por eso a la remodelación del departamento de la avifauna. En la nueva exposición, las aves están ordenadas de acuerdo con la nueva clasificación.

A los especialistas del Museo Nacional les facilita grandemente su labor el Atlas de las aves del mundo que se viene publicando en España desde hace diez años. Hasta ahora, los ornitólogos españoles han clasificado a raíz de sus características genéticas la mitad de las aves del mundo. Los especialistas checos consideran su obra como revolucionaria.

En la República Checa aumenta cada año el número de personas que contraen la encefalitis transmitida por las garrapatas.

La garrapata
Para los especialistas sigue siendo un enigma por qué este país es uno de los más infestados de Europa. Los especialistas especulan que a la región más afectada, la de Bohemia del Sur, hayan entrado las garrapatas infectadas durante las campañas que supusieron un masivo traslado de caballos.

El número de personas hospitalizadas por encefalitis transmitida por las garrapatas viene creciendo en la República Checa desde finales de los años 80. Uno de los factores es el cambio de las condiciones climáticas que hace que estos ácaros parásitos aparezcan en cotas cada vez más altas y en lugares donde jamás estuvieron. Otro de los factores es la escasa voluntad de las personas de dejarse vacunar contra la encefalitis.

Los checos se interesan por la preservación del patrimonio técnico

Anexo a la Escuela Superior Tecnológica funciona en la capital checa el Centro de investigación del patrimonio industrial cuyo objetivo es proteger los viejos edificios industriales en la República Checa.

Museo minero de Pribram,  foto: Vaclav Bestak,  CC BY 3.0 Unported
La entidad ha empezado a relizar el inventario de las construcciones técnicas como son obras hidráulicas, puentes, estaciones de ferrocarriles, cervecerías, malterías, fábricas de azúcar y plantas textiles donde la sirena anunciando el fin de la jornada laboral había sonado hace decenas de años.

El interés por el patrimonio técnico empezó a manifestarse en la República Checa en los años 80 del siglo pasado, formándose un grupo de sus estudiosos en torno al Museo Nacional Técnico y a la Facultad de Arquitectura en Praga. El impulso inmediato fue la demolición de una de las más bellas estaciones de ferrocarril de Praga, la de Tesnov, que tuvo que ceder lugar a una vía rápida.

Desde entonces los activistas tratan de convencer a la opinión pública checa de que tiene sentido preservar también el patrimonio técnico. En los últimos años se han registrado determinados éxitos en este campo: las construcciones técnicas obtienen en muchos casos el estatuto de monumento histórico.