¿Qué se le ocurre si decimos República Checa? ¿Han visitado este país, qué impresiones se llevaron? ¿Quién es su personaje checo preferido? ¡Compártanlo con nosotros! Esperamos sus comentarios.
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Patricia Dauder, foto: archivo personal Patricia Dauder
Los checos me parecieron una gente reflexiva, profunda. Había una cierta tristeza en ellos. El idioma fue un problema porque yo no hablo checo y no muchas personas hablaban inglés. La verdad es que tuve algunas experiencias bastante desagradables. En muchas situaciones la gente fue grosera y maleducada, sin ninguna razón aparente. No entiendo por qué se comportaron así, y en Praga me pregunté muchas veces si la razón fue su pasado político o el hecho de que soy extranjera. De todos modos, esto estropeó mi estancia un poco, lo que es una lástima, porque me gustó mucho la ciudad y su historia cultural.
Patricia Dauder, España
Germán Izquierdo Cámara, foto: archivo personal de G.I.Cámara
Mi impresión es que los checos son educados, hospitalarios y amables pero no se expresan mucho emocionalmente. Pueden ofrecerte su casa por unos días pero les incomoda que les des un abrazo.
Germán Izquierdo Cámara, España
Nos gustaría volver de nuevo a Praga y visitar los lugares donde todavía no hemos estado. Espero que sea pronto.
Mi mujer y yo fuimos por primera vez al extranjero en 2013 y nos decidimos por Chequia. En aquel entonces era muy popular en Rusia viajar a Tailandia, Turquía o Egipto. Pero nosotros queríamos ver algo hermoso y al mismo tiempo cercano a nuestro corazón. Así que en nuestro primer viaje al extranjero nos dirigimos justamente a Chequia.
Inmediatamente después de aterrizar nos llamó la atención que aunque estaba lloviendo, por todas partes las carreteras y calles estaban aseadas. Incluso después de una semana teníamos las botas igual de limpias que cuando llegamos. Era abril y el tiempo era cada día mejor. En nuestro país en esa época ni siquiera se habría fundido la nieve. El aire olía bien.
La gente nos pareció amigable, agradable y educada. Nos sorprendió un poco que con una temperatura de 10-12 grados ya hubiera gente que iba por la calle en pantalones cortos y camiseta.
Como ingeniero, constructor y proyectante tengo que decir que me impresionó la arquitectura de Praga. Las vacaciones salieron estupendamente, lo pasamos muy bien. Nos gustaría volver de nuevo a Praga y visitar los lugares donde todavía no hemos estado. Espero que sea pronto.
Cordialmente, Igor Viktorovič Roděnko
Foto: archivo de Monique Rigault
Lo primer que recuerdo todavía antes de mi primera visita a Checoslovaquia es la recogida de los arándanos, sobre la que me contaba mi mamá cuando era pequeña. Los arándanos se recogían con un peine, lo que me parecía realmente peculiar. Después de mi primera visita en 1965 mi imagen de este país se redujo a Praga, esa ciudad mágica y encantadora, sus muchas torres y lóbregos monumentos. Vi el Puente de Carlos y el Moldaba. Escuché el poema sinfónico de Smetana del mismo nombre.
Foto: archivo de Monique Rigault
A Praga, resplandeciente, arreglada, pero todavía llena de aquel carisma arquitectónico que recordaba, la volví a ver de nuevo en 2010. Esa vez viajé para renovar las relaciones con mis primos y descubrir Mariánské Lázně. Desde entonces tengo en la cabeza la imagen de esa ciudad balneario y sus fuentes cantantes coloridamente iluminadas. También me acuerdo de los paseos familiares por el bosque y las setas tan fáciles de recoger.
Foto: archivo de Monique Rigault
Pero pienso también en lo que todavía me gustaría descubrir: en los Montes de los Gigantes y en esas singulares rocas de la película de Marie Poledňáková ‘Cómo sacarle una muela a una ballena’ y su continuación ‘Cómo conseguir que papá vaya al reformatorio’. Desde que leí el fantástico libro de Ota Pavel ‘Cómo llegué a conocer a los Peces’ mis pensamientos se dirigen también al campo checo. Se dice que este libro refleja el carácter checo. Tengo la sensación de que con su lectura me acerco a lo que podría haber sido la vida y el carácter de mis antepasados, que para mí permanecen como unos misteriosos desconocidos, al menos hasta el momento en el que mi abuelo murió en la Primera Guerra Mundial en territorio francés.
Siento una necesidad cada vez mayor de mantener las relaciones con mi familia checa, a pesar de la barrera lingüística, que intento superar. Tengo que planear para este año una visita a la República Checa.
Monique Rigault, France
Praga es una ciudad done el arte es omnipresente : modernismo, cubismo, rondocubismo... ...
La Casa Municipal en Praga, foto: Thomas Ledl, CC BY-SA 4.0
Praga es una ciudad done el arte es omnipresente : modernismo, cubismo, rondocubismo... Es lo primero que me viene a la mente. La República Checa puede estar orgullosa de tener en todas estas áreas grandes artistas. Y además una vida
agradable, cierta sociabilidad, seguramente influida por el tamaño de la ciudad. Por lo que respecta al campo, por el que he pasado pocas veces, se me ocurre mencionar el encanto del paisaje y lo agradable que es la gente.
Michel Appriou, Sens, France
En Praga me sorprendieron mucho los pasajeros del metro y los tranvías...
Manizha Kurbanova, foto: Ondřej Tomšů
En Praga me sorprendieron mucho los pasajeros del metro y
los tranvías. Los jóvenes son considerados hacia los pasajeros mayores, y normalmente les
dejan el asiento. Ni en otros países europeos ni en Rusia he visto algo parecido. En mí,
una persona criada en la tradición oriental de respeto a los mayores, esto me dejó una
fuerte impresión.
Manizha Kurbanova, Tayikistán
¿Qué tal un poco de baile en Praga?
¿Qué tal un poco de baile en Praga?
Y para eso solo hay que darse una vuelta por este rinconcito encantador de la capital. Dicen los folletos turísticos que el edificio se llama Tamcici Dum o la Casa Danzante. Para mi, como para muchos checos, es Ginger y Fred.
Alcanza con un paseo junto al río para toparse con esa figura maravillosa y original que despertó mi imaginación. Inmediatamente vi a 2 bailarines, él tomándola de la cintura a ella y haciéndola girar. La música, que brota de cualquier ventana praguense, la elije uno.
Obviamente no me cansé de tomarle fotos desde todos los ángulos. Me faltó desde su interior. Quedará para una próxima vez, pero a los que piensan viajar ya, les recomiendo que no se lo pierdan.
Hugo Longhi, Argentina
En la República Checa paso mis vacaciones de forma regular desde hace ya más de 20 años....
Lago de Mácha, foto: CzechTourism
En la República Checa paso mis vacaciones de forma regular desde hace ya más de 20 años.... Antes iba con mi familia a
un cámping en el lago de Mácha, y desde 2013 visito Praga al menos una vez al aňo. Desde aquí salgo en tren para ir
a uno u otro lado de la República Checa. Lo que más me impresiona es el variado paisaje. Vale la pena visitar sin
duda también ciudades como Hradec Králové, České Budějovice, Liberec y Pilsen. En mis viajes he conocido alegres,
amigables y afectuosos checos, que siempre mostraron reconocimiento y una sonrisa ante mis escasos conocimientos
lingüísticos. Hay todavía toda una serie de lugares en Chequia que siguen para mí por descubrir, y por eso tengo
ganas de pasar muchos más días y semanas en este mágico país.
David Karlick, Alemania
“Me encanta que los cafés de gatos estén poniéndose de moda. He visitado siete hasta ahora, y espero encontrar más este año.“
Nigel
Praga, foto: Ondřej Tomšů
“Estudié en Praga a mi paso por la universidad durante un semestre. Fue varios aňos antes de que surgiera el nombre de Chequia. Me enamoré al instante. La gente, la arquitectura, la comida, la cerveza, el arte, la historia, todo esto me caló hondo. Hasta hoy tengo a menudos sueňos sobre Praga y anhelo volver a mi lugar favorito de la Tierra. Siento una profunda conexión con este maravilloso país y el alma de la gente que allí vive. Un pedazo de mi corazón siempre estará allí.”
Avery Kenndy, piloto naval de los Estados Unidos.
“Creo que nadie sabe reír tan bien como los checos”, Siderov, Bulgaria.
Gjurses Siderov, foto: Klára Stejskalová
“Sonarse las narices en público es lo que me chocó en Chequia”, Pascal Rakatomizao, Madagaskar.
Pascal Rakotomizao, foto: Klára Stejskalová
“Sois una gente tranquila, pragmática, las cosas pequeñas las pasáis por alto y creo que sois sinceros”, Carlos Sarbona, España.
Carlos Arbona, foto: Klára Stejskalová
“Amamos Praga. Moscú es una megalópolis, una urbe salvaje, que te quita la energía. Aquí uno está tranquilo, la gente es agradable, es un descanso para el alma”, Maxim Fedorov, Rusia.
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