Las tradiciones populares se ausentaron este año en Pascua

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La Semana Santa fue diferente este año en todo el mundo a causa de la pandemia del coronavirus y las medidas adoptadas por los gobiernos. En muchos países, incluida Chequia, faltaron también las tradiciones populares que suelen acompañar estas fiestas.

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En la República Checa las festividades de la Semana Santa se celebraron este año en medio de un reducido círculo familiar, o las personas seguían las conmemoraciones en línea.

Los días de celebración, que estuvieron acompañados de buen tiempo y sol, muchos ciudadanos los aprovecharon para salir de casa a los parques o al campo.

Los policías tuvieron que intervenir en cientos de casos por la indisciplina de muchas personas. Sobre todo por quitarse las mascarillas faciales o por juntarse en grupos y tomar bebidas alcohólicas en lugares públicos, sin respetar las medidas de protección impuestas por el Gobierno. Sin embargo, el lunes la situación mejoró, quizás por la brusca bajada de temperaturas, según comentó a la Televisión Checa Jan Daněk, portavoz de la Policía de Praga.

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”El lunes hemos registrado muchas menos llamadas de los ciudadanos al número de emergencia 158 para quejarse de que alguien no respetaba las medidas de precaución contra el coronavirus. También hubo mucho menos gente en las calles, lo que con gran probabilidad se debió al mal tiempo ese día”.

En países de Europa Central la Semana Santa culmina el Lunes de Pascua, cuando se rememoran las tradiciones que se conservaron desde los tiempos paganos. En Chequia, por ejemplo, los hombres azotan a las mujeres con unas varillas de sauce trenzadas para que estén sanas y sigan bellas durante todo el año, y las mujeres les regalan huevos pintados a modo de agradecimiento.

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Esta tradición, conservada tanto en los pueblos como en las ciudades, suele estar acompañada de abundancia de bebidas alcohólicas, al visitarse los vecinos y amigos. Todo esto faltó este año por las medidas restrictivas aplicadas para prevenir la propagación del coronavirus, por lo que las fiestas fueron más bien silenciosas.

El primer ministro, Andrej Babiš, había dirigido un llamamiento a la ciudadanía, recomendando que se quedaran todos en casa este año durante la Semana Santa, para que el número de infectados por el coronavirus no volviera a crecer bruscamente.

El viceministro de Salud, Roman Prymula, teme no obstante que el número de infectados podría registrar un mayor crecimiento después de los días festivos, justamente por no respetar las personas las restricciones gubernamentales. En tal caso, de acuerdo con Prymula, el Gabinete no continuaría suavizando las medidas restrictivas.

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”En caso de que el crecimiento del número de infectados volviera a ser muy elevado, el Gobierno no procedería a la suspensión de algunas otras medidas. Su aflojamiento se postergaría hasta que se lograra mantener la propagación del coronavirus a un determinado nivel. En caso de no conseguirlo, no sería posible seguir eliminando las restricciones”.

La obligación de usar mascarillas faciales al salir de casa rige en la República Checa desde el 19 de marzo. Además, siguen en vigencia las limitaciones de movimiento, o sea, que se puede salir de casa únicamente en caso necesario. Esto implica los viajes al trabajo, a hacer compras de alimentos o medicamentos, u otros motivos de urgencia.

El libre movimiento es posible exclusivamente en los parques o la naturaleza. Igual así, se permite la salida en conjunto de los miembros de una familia, en los demás casos pueden salir juntas dos personas como máximo y con las demás personas mantener una distancia de al menos de dos metros. Desde el martes pasado está permitido practicar deportes individuales sin el uso de mascarilla, pero manteniendo siempre una distancia mínima de dos metros de las demás personas.

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