Jan Kašpar

100 aniversario de la primera travesía aérea de Pardubice a Praga

Petr Mára con la réplica del avión de Jan Kašpar, foto: ČTKPetr Mára con la réplica del avión de Jan Kašpar, foto: ČTK A las seis y cuarto de la mañana del 13 de mayo de 1911, despegó de Pardubice el ingeniero Jan Kašpar en su avión Blériot. Voló a 400 metros de altura en dirección a Praga, donde aterrizó a las siete y 47 minutos en el hipódromo de Chuchle. En el vuelo, que duró una hora y 32 minutos, Kašpar logró una velocidad de 80 kilómetros por hora, la mayor hazaña de la aviación checa de preguerra, y también el vuelo más largo de los realizados hasta ese momento en el Imperio Austro-Húngaro.

7 de noviembre 2011 - El tercer intento de repetir el histórico vuelo de Jan Kašpar, pionero de la aeronáutica checa, terminó con éxito. En ocasión del 100 aniversario del histórico vuelo de Jan Kašpar, el piloto Petr Mára quiso rendir homenaje a este precursor de la aviación checa. Mára no pudo seguir la pista de Kašpar puesto que hoy es imposible sobrevolar en un vehículo de este tipo el centro de Praga. Los primeros dos intentos de homenaje a Jan Kašpar fueron frustrados por las malas condiciones climáticas.

 

Jan Kašpar, el primer aviador checo

El primer aviador checo fue el ingeniero Jan Kašpar que vivió entre 1883 y 1927. El domingo 19 de junio de 1910 realizó el primer vuelo público de un aeroplano, en el polígono militar de Pardubice.

El 13 de mayo de 1911 el ingeniero Kašpar llevó a cabo el primer vuelo de larga distancia en las tierras checas. Por la mañana despegó del polígono militar de Pardubice y siguiendo la línea de ferrocarril tomó rumbo a Praga.

Tras superar una distancia de 120 kilómetros y al cabo de 1 hora y media de vuelo el ingeniero Kašpar aterrizó en el barrio praguense de Chuchle, se vistió de gala, subió al automóvil que lo esperaba y viajó a la boda de un amigo. Aún en el mismo año el aviador realizó el primer vuelo con un pasajero.

 

La aeronáutica checa: De los aeróstatos a los Boeings

La aeronáutica checa tiene las ricas tradiciones que se remontan al siglo 18 cuando se realizaron los primeros vuelos en aeróstatos. El hombre superó por primera vez la gravitación de la Tierra en aparatos más ligeros que el aire. En el territorio checo se estrenó un globo aerostático en 1790. La mongolfiera inflada con aire caliente se elevó con dos ilustres tripulantes: el aeronauta francés Jean-Pierre Blanchard y el erudito checo, el conde Jáchym de Šternberk.