La Ciudad Nueva de Praga fue fundada por Carlos IV

La Ciudad Nueva de Praga

En una de las ediciones anteriores de este espacio hemos hablado de los edificios en Praga vinculados con el reinado en los territorios checos de Juan de Luxemburgo, en la primera mitad del siglo XIV. Esta vez les daremos a conocer algunos cambios en la ciudad que se debieron a las actividades del soberano Carlos IV, hijo de Juan de Luxemburgo y de su esposa Elisa Premislita.

El Viejo Ayuntamiento de Praga
Comenzamos este paseo en la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga. Nos acercamos al Viejo Ayuntamiento, situado en el centro de la plaza. Todo turista que visita la capital checa se dirige a este lugar para conocer el conjunto de edificios cuyas partes más antiguas datan de las eras románica y gótica y en cuya torre se encuentra el famoso reloj astronómico de Praga.

El ayuntamiento, como primera institución de la administración pública en Praga, pudo surgir gracias al beneplácito del rey Juan de Luxemburgo, según sostiene la historiadora Jaroslava Nováková, de la Agencia de Turismo de Praga.

El reloj astronómico de Praga
“La capilla con arcadas y la torre por detrás, al igual que otros edificios del ayuntamiento, surgieron en la época del reinado de la dinastía de los Luxemburgo. El surgimiento oficial del Ayuntamiento, como institución, se debió a un permiso emitido por el soberano Juan de Luxemburgo en el año 1338”.

No obstante, la ampliación del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja se produjo recién durante el reinado de Carlos IV, hijo de Juan de Luxemburgo, quien gobernó el país entre 1346 y 1378.

Así por ejemplo, en 1364 fue levantada con una altura de 69,5 metros la torre del ayuntamiento, dentro de la cual fue construida más tarde una capilla gótica que se ha conservado hasta la actualidad. Pero el reloj astronómico surgió mucho después todavía, a comienzos del siglo XV.

El Viejo Ayuntamiento de Praga
En 1360, junto a la llamada Casa de Wolfin, el edificio más antiguo del ayuntamiento, fue levantado otro, en el que fue construido un extenso salón para actos oficiales. En esta sala con techo gótico de madera, se celebran actualmente ceremonias nupciales.

A lo largo de la historia, el Viejo Ayuntamiento de Praga fue testigo silencioso de un sinnúmero de acontecimientos. En 1458 por ejemplo, los estamentos checos nombraron en él al noble checo, Jorge de Poděbrady, como rey de Bohemia.

Los 27 líderes de la sublevación fueron ejecutados el 21 de junio de 1621 | Foto: Wikimedia Commons,  public domain
Así también, después de la batalla de la Montaña Blanca, fueron encarcelados en el ayuntamiento los aristócratas protestantes checos que se sublevaron contra los ejércitos combinados del Sacro Imperio Romano Germánico de Fernando II. Los 27 líderes de la sublevación fueron ejecutados el 21 de junio de 1621 junto al ayuntamiento. El lugar lo recuerdan hasta hoy 27 cruces en el pavimento.

Pero con eso ya hemos avanzado a otras épocas históricas, por lo que volvamos a los tiempos del reinado en Bohemia de la dinastía de los Luxemburgo.

Carlos IV
A diferencia de su padre Juan de Luxemburgo quien nunca se identificó con los territorios checos, su hijo Carlos IV amaba este país e hizo mucho por su florecimiento. Desde que llegó a Bohemia procedente de Francia donde fue educado, Carlos IV quedó fascinado por esta tierra. Quizás porque su madre era checa y provenía de la famosa dinastía real local de los Premislitas.

Poco después de asumir en 1346 el reinado en Bohemia, Carlos IV tomó la decisión de ampliar la capital Praga. En marzo de 1348 fundó la Ciudad Nueva de Praga, pegada a las fortificaciones de la Ciudad Vieja, y que fue extendiéndose rápidamente, según dice Jaroslava Nováková.

”Esta decisión fue una de las mayores contribuciones del rey checo y emperador romano-germánico Carlos IV al desarrollo de Praga. El soberano pretendía ampliar de esa manera la Ciudad Vieja. Aunque estas dos ciudades estaban separadas por el sistema de fortificaciones que rodeaba la Ciudad Vieja, Carlos IV pretendía unir en el futuro esas dos partes para darle a Praga más importancia a nivel europeo”.

Las normas para la construcción de la ciudad eran muy rígidas y los constructores que las violaran eran duramente castigados. Además, las casas, cuyas bases invadían un poco más de lo establecido la calle, debían ser derrumbadas de inmediato. A su vez, los constructores que respetaban las normas al pie de la letra, eran liberados del pago de los impuestos por un período de doce años.

No fue casual que para la Ciudad Nueva fuera escogida la margen derecha del río Moldava, ya que esta ofrecía desde siempre condiciones geográficas más favorables para la ampliación continua de la ciudad.

Los arquitectos de los nuevos cambios impulsados por Carlos IV fueron Matías de Arás y, después de su muerte en 1352, Petr Parléř y su taller de fundición. A los dos se deben también varias obras arquitectónicas en el Castillo de Praga, como por ejemplo, la Catedral de San Vito.

La Ciudad Nueva con el Mercado del Ganado
Los puntos principales de la Ciudad Nueva fueron tres grandes plazas. En primer lugar, el llamado entonces Mercado del Ganado, actualmente Plaza de Carlos, en honor a Carlos IV; luego el Mercado de los Caballos, hoy Plaza Venceslao; y, finalmente, el Mercado del Heno, que en cierta forma mantuvo su nombre hasta el presente, llamándose Senovážné náměstí. Para aclarar, heno, se dice en checo seno.

A raíz de su gran extensión, la Plaza de Carlos solía ser llamada también Forum Magnum, al estilo del Foro de Roma. Su superficie supera las ocho hectáreas y es más grande que la plaza de la Concordia, en París, o la Plaza Roja, en Moscú.

Por su parte, la Plaza Venceslao debe su nombre actual al gran aprecio del pueblo checo por uno de sus patronos, San Venceslao, pero la forma actual de la plaza o, mejor dicho, avenida, poco tiene en común con su aspecto original, según destaca la historiadora Jaroslava Nováková.

”El aspecto actual de la Plaza Venceslao es muy diferente al que tenía en el siglo XIV. En primer lugar, en aquel entonces los edificios que fueron levantados alrededor de la plaza eran mucho más bajos. Alcanzaban como máximo la altura del segundo piso de las casas actuales. De mayor altura eran solamente los edificios con torres, pero esos estaban cerca o formaban parte directa del sistema de fortificaciones alrededor de la Ciudad Nueva”.

Mercado de los Caballos
Las casas en la plaza eran antaño mucho más anchas y cada una tenía su propio jardín. Sin embargo, el Mercado de los Caballos tenía la misma longitud que tiene actualmente la Plaza Venceslao, o sea 682 metros y su anchura era muy parecida a la de hoy que es de 60 metros.

Estos datos se han conservado gracias a los apuntes del médico italiano Ángelo de Florencia, que había trabajado en la corte de Carlos IV. Durante los primeros cuatro años de la construcción de la Ciudad Nueva fueron edificadas 600 casas, así como varias iglesias y monasterios, como el de Emaús, la iglesia de la Virgen Maria de las Nieves y la iglesia de San Ambrosio.

Mercado de los Caballos con la Puerta de los Caballos
En uno de los extremos de la plaza, o sea, del Mercado de los Caballos, se encontraba la llamada Puerta de los Caballos. Ésta estaba situada en el lugar donde hoy se encuentra el Museo Nacional, aunque quizás un poco más cerca de la plaza y formaba parte del sistema de fortificaciones que rodeaba la Ciudad Nueva. Este sistema fue levantado en el curso de tan sólo dos años. La Puerta de los Caballos fue derrumbada en 1875, junto con las fortificaciones.

La Plaza Venceslao
Actualmente, la Plaza Venceslao tiene la forma de un bulevar y es muy visitada por los habitantes de Praga, así como por los turistas. En su parte superior la decora desde 1913 la escultura ecuestre de San Venceslao, obra de Josef Václav Myslbek. San Venceslao está rodeado por Santa Ludmila, Santa Inés, San Procopio y San Adalberto, todos patronos de las Tierras Checas.

Hemos mencionado con anterioridad varias iglesias construidas en aquella época. Una de ellas fue la de San Ambrosio, que se encontraba frente a la puerta de la Ciudad Vieja y donde hoy se levanta la Torre de la Pólvora, destaca la historiadora Jaroslava Nováková.

El monasterio de los hibernios
”Carlos IV admiraba los cantos ambrosianos, o sea, la liturgia cantada. Este fue también uno de los motivos de por qué el soberano mandó a construir en la Ciudad Nueva una iglesia gótica con un monasterio e invitó al país a los monjes benedictinos de la orden de San Ambrosio, de Milán, Italia”.

Los ambrosianos abandonaron Praga en el siglo XV y su iglesia junto con el monasterio fueron regaladas a la orden de San Francisco de Asís. A comienzos del siglo XVII se asentaron en el lugar los monjes franciscanos de Irlanda, de la Orden de los Hibernios.

Se especula que precisamente los monjes hibernios fueron los primeros quienes en el Reino de Bohemia cultivaban papas, ya que en el jardín del monasterio había extensas plantaciones de papas a comienzos del siglo XVIII.

En 1786 el monasterio de los hibernios fue cerrado y la iglesia destruida. Tres años más tarde, el edificio del monasterio fue entregado a la compañía del teatro checo Bouda, que se mudó al lugar desde la Plaza Venceslao.

El edificio fue remodelado más tarde varias veces y sirvió para la Casa de la Moneda, la Oficina de Correos y la aduana. A comienzos del presente siglo el inmueble fue sometido a una amplia reconstrucción y transformado en teatro. El Teatro Hybernia fue inaugurado en 2006 con el estreno del musical Golem. Actualmente se efectúan en él representaciones de teatro y bailes, así como conciertos.

Foto: Archivo de ČRo 7 - Radio Praga
A Carlos IV se deben sin embargo muchas más obras arquitectónicas en Praga, como el Puente de Carlos, la Universidad Carolina, y varios edificios en el Castillo de Praga, incluida la famosa Catedral de San Vito. De ello hablaremos en alguna otra edición de Radioviajes en Radio Praga.

10
50.080828210000
14.428246020000
default
50.080828210000
14.428246020000