La cerveza checa se lanza a la aventura en Corea del Sur

Foto: web Praha 993

La empresa checa Gold of Prague tratará de conquistar el mercado de cerveza surcoreano elaborando el producto directamente en el país asiático, utilizando ingredientes y tecnología checa. El proyecto se produce aprovechando la reciente disminución de las restricciones legales para la fabricación de cerveza en Corea del Sur.

Foto: web Praha 993
Los coreanos pronto tendrán la posibilidad de disfrutar de la cerveza checa más artesanal sin necesidad de importarla. La empresa Gold of Prague, que desde hace años exporta el producto estrella checo a Corea del Sur, se ha propuesto abrir en el país asiático dos plantas de cerveza.

Gold of Prague ha creado una asociación con el Monasterio de Břevnov, el primer lugar donde se elaboró la cerveza en territorio checo, supuestamente en 993, y que todavía sigue fabricando este producto de forma casi artesanal. En ello se basa la autenticidad de la producción de cerveza de la empresa, señala Lukáš Mikeska, ejecutivo de Gold of Prague en Corea del Sur.

“Por supuesto, presentar la marca ‘Klašterský pivovar svatého Vojtěcha na Břevnově’ no es posible, es demasiado complicado, así que hemos optado por inventar otra marca: Praha 993, que alude al año en que comenzó. Nos disponemos a fabricar una cerveza que se pueda comparar en calidad, en todos los sentidos, con lo que se puede probar en Chequia. Lo hacemos con tecnología checa, con cerveceros checos, ingredientes checos, y por supuesto las recetas son del monasterio de Břevnov”.

El impulso lo dio un artículo en The Economist

El plan de abrir una microcervecería que produjera esta bebida del mismo modo que en Chequia pero para el mercado coreano surgió poco después de que se aligeraran las condiciones legales para la producción de cerveza en pequeñas cantidades.

Lukáš Mikeska,  foto: archivo de Lukáš Mikeska
Todo comenzó con un artículo en la revista The Economist, que criticaba la mala calidad de la cerveza surcoreana, que describía como el único producto que realmente es peor que en Corea del Norte. El periodista apuntaba muy claramente la causa, explica Mikeska.

“Descubrieron que había en Corea dos grandes cerveceras que estaban disfrutando de un duopolio desde hacía ya 30 años. Las condiciones para las pequeñas y medianas cerveceras eran increíblemente estrictas. Por ejemplo que solo se podía utilizar malta coreana y que no se podía distribuir la cerveza fuera del lugar donde se fabricaba, es decir, solo se podía servir en el bar de la misma microcervecería pero no en otros bares”.

El artículo llevó a un debate público y finalmente a una desregulación en 2014 y de hecho otras empresas checas, y no solo Gold of Prague, también aprovecharon el momento para abrir sus fábricas. Ahora hay en total 19 microcervecerías en Corea del Sur y su proliferación todavía se encuentra en la primera etapa de su desarrollo.

La primera micro-cervecería de Gold of Prague se sitúa fuera de Seúl, en el núcleo industrial de Foodpolis. Se trata de un gran proyecto del gobierno de Corea del Sur, que pretende crear la zona de producción de alimentos y bebidas más grande de Asia. La infraestructura ha sido diseñada de manera que al inversor le resulte más fácil posicionarse y donde además todos los servicios públicos estén conectados.

Parte del proyecto es un restaurante, que se ha abierto recientemente, y la fábrica de cerveza todavía necesita la licencia necesaria, que podría obtener en un par de meses. Mientras tanto, Gold of Prague ha estado importando cerveza de la República Checa.

Después de lo micro, lo macro

No obstante, durante los preparativos, la empresa se topó con otro proyecto. Una de las empresas más grandes de Corea estaba terminando la reconstrucción de un centro comunitario en Busan. Fue entonces cuando dicha empresa le propuso a Gold of Prague construir una auténtica fábrica de cerveza adicional a la micro-cervecería de Foodpolis. Mikeska nos da más detalles.

Visualisación de Praha 993 en Foodpolis,  foto: archivo de Praha 993
“Tenemos en nuestros planes construir una fábrica de cerveza entre mediana y grande, algo parecido a lo que es Bernard en la República Checa, con una capacidad de 10.000 hectolitros. Y bajo el mismo principio: igual que en Chequia, incluyendo ingredientes y malta. Nos gustaría que estuviera lista antes de finales del año que viene o antes de las olimpiadas de invierno que se celebrarán en Corea del Sur en febrero de 2018”.

En Corea no hay tanta información acerca de la calidad de la cerveza checa como en otros países, pero a la mayoría de los aficionados a esta bebida saben que la República Checa es una de las capitales primordiales en su elaboración, afirma Lukáš Mikeska. Añade además que Pilsner Urquell está haciendo muy buenos negocios en Corea, convirtiéndose en un gran embajador de la cerveza checa.

Seúl se caracteriza por ser la ciudad pionera de la moda y el lugar principal para todo

Precisamente la concepción de la cerveza en Corea, como un producto exclusivo, hace especialmente apetitoso este mercado, revela Mikeska.

“Corea es un país desarrollado, y como tal, en él el consumo de cerveza es algo corriente. La cerveza se bebe bastante, no tanto como en Chequia, pero en todo el mundo se bebe menos que en Chequia. El consumo aumenta en un 4% anual. Lo que tiene de particular este mercado es que los coreanos son capaces de pagar grandes cantidades de dinero por una cerveza. Son muy apreciadas las cervezas artesanas, de Europa o Estados Unidos, y no es una excepción que por una buena cerveza se pague en el restaurante 10 o 14 dólares. La toman de forma parecida a como nosotros tomamos vino”.

La empresa Gold of Prague tiene la intención de posicionarse en Seúl, ya que se caracteriza por ser la ciudad pionera de la moda y el lugar principal para todo. Si las condiciones son buenas y el negocio prolifera con éxito la empresa tratará de instalar una segunda microcervecería en esta ciudad.