Oficinas no logran cubrir la demanda de pasaportes para menores

Largas filas de padres con sus hijos se forman en las oficinas expendedoras de pasaportes, en todo el país. Hasta 200.000 menores checos, incluidos los lactantes, tendrán que llevar su propio pasaporte para viajar al extranjero a partir del 27 de junio. Ese día entrará en vigor la nueva normativa de la Unión Europea que tiene por objetivo impedir los secuestros de niños y prevenir la trata de menores. Para viajar al exterior, los menores de edad necesitarán un pasaporte biométrico con una foto digital. Las dificultades relacionadas con la toma de foto de los bebés y el número reducido de cabinas fotográficas, son la causa principal de los largos tiempos de espera.