Una horca contradice la democracia, insiste el ministro del Interior

Foto: ČTK

La Policía checa enfrenta fuertes críticas por no haber intervenido en la manifestación contra el islam y los inmigrantes ilegales, efectuada el miércoles en la céntrica Plaza Venceslao, en Praga. Los manifestantes llevaban maquetas de horcas con inscripciones ‘Por traición a la patria’ y exclamaban lemas que podrían ser calificados de racistas.

La manifestación contra los inmigrantes,  foto: ČTK
La protesta contra los inmigrantes, las cuotas de inmigración propuestas por Bruselas y el islam por un lado, y a favor de la salida de Chequia de la Unión Europea por otro, fue organizada por la asociación El Bloque contra el Islam. En el centro de Praga se reunieron este miércoles más de 500 personas que posteriormente se dirigieron de la Plaza Venceslao hacia la sede del Gobierno, exclamado lemas como ‘Chequia a los checos’ y ‘Nosotros estamos aquí en casa’. Algunos llevaban maquetas de horcas con la inscripción ‘Por traición a la patria’, de la que acusaban a políticos checos, en especial al primer ministro, Bohuslav Sobotka.

Aunque la manifestación fue seguida por la Policía y por representantes de la Alcaldía de Praga, nadie intervino en contra de sus participantes, lo que indignó al ministro del Interior, Milan Chovanec, quien considera que los patíbulos y los lemas que podrían ser catalogados de racistas, contradicen la legislación checa.

Milan Chovanec,  foto: Archivo del Gobierno Checo
”El puro hecho de que en el siglo XXI alguien salga a marchar por las calles de una ciudad checa con una horca en la mano me parece absolutamente anormal. Si alguien critica a un político, éste debe aceptar y aguantar las críticas por ser un representante público, pero los patíbulos nada tienen que ver con la democracia, y en la República Checa no hay lugar para ellos”.

La pasividad de los policías durante la protesta fue criticada igualmente por los participantes de otra manifestación ese mismo día que salieron a la calle para defender a los inmigrantes, entre ellos el sociólogo Michal Uhl.

”Hubo dos tipos de conductas discutibles durante la protesta. En primer lugar el comportamiento sumamente inadecuado de algunos individuos, por ejemplo los símbolos que amenazaban con muerte. O los manifestantes que insistían en que sus derechos y libertades eran violados. El otro problema fueron las palabras dichas al micrófono por uno de los organizadores, de que no queremos aquí a personas de color y que tomaremos la justicia por nuestras propias manos”.

Miroslav Mareš,  foto: Archivo de la Universidad Carolina
Como indica Miroslav Mareš, especialista en extremismo, la maqueta de una horca es un nuevo elemento utilizado en las manifestaciones y para los policías puede resultar difícil determinar cuándo es violada la ley.

”Puede ser bastante difícil, ya que la determinación de los límites de la libertad de expresión y de reunión no está establecida de forma clara e inequívoca por la ley. Es necesario tomar en cuenta el carácter de toda la protesta. Pero no es posible decir automáticamente que fue violada la ley porque algunos participantes en la manifestación llevaban unas maquetas de patíbulos”.

El comportamiento de los policías durante la manifestación del miércoles en Praga, cuyo transcurso estaba al borde de la legitimidad, según algunos especialistas en extremismo, es investigado ahora por el Departamento de Control Interno de la Policía. El ministro del Interior, Milan Chovanec, quiere que los resultados de las investigaciones le sean presentados a más tardar a finales de la semana próxima.