Se retira el embajador estadounidense Andrew Schapiro, non grato en el Castillo de Praga

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Andrew Schapiro, el embajador de Estados Unidos en la República Checa, concluye su misión diplomática. El hombre para el que, según dijo el presidente Zeman, las puertas del Castillo estaban cerradas, fue despedido por sus simpatizantes, que incluso compusieron una canción para la ocasión.

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'Goodbye Andrew', adiós Andrew, así suena la canción compuesta por los admiradores del embajador estadounidense en la República Checa, Andrew Shapiro, para despedir al diplomático. El embajador deja su puesto este 20 de enero, coincidiendo con la toma de posesión del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al igual que otros representantes diplomáticos nombrados por motivos políticos.

En entrevista para Radio Praga, Schapiro reconoció que también echará de menos la República Checa.

“Esta ha sido la experiencia más maravillosa de mi vida hasta ahora. Por supuesto podría decir que echaré de menos el hermoso paisaje de Praga, o del bello entorno fuera de la ciudad. Pero realmente lo que más voy a recordar es la gente: la calidez con la que me recibieron, todas las personas que he conocido que están involucradas en sus comunidades para tratar de crear un lugar mejor. Eso es lo que voy a recordar y atesorar”.

Andrew Schapiro,   foto: ČTK
Este afecto de Andrew Schapiro por el país en el que ha trabajado durante dos años y medio tiene también causas familiares. Su madre, Raya Czerner Schapiro, fue una judía praguense que logró escapar del Holocausto emigrando a Estados Unidos.

“En casa teníamos un cuadro que había pintado mi abuela, que era una artista estupenda, en los años 20. Era un paisaje de Praga, con la iglesia de San Nicolás y el Castillo. Estaba colgado en el apartamento de mis abuelos en Chicago, y ahora lo traje aquí. Vivir en el mismo sitio donde fue pintado este cuadro es un ejemplo de cómo me siento cada día cuando camino por estas calles: es el lugar donde mis abuelos y mi madre cuando era pequeña vivían entonces”.

Un embajador enfrentado al presidente

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La mencionada canción de ‘Goodbye Andrew’ recorre las redes sociales, y el pasado sábado sus seguidores se dieron cita en el Puente de Carlos, en Praga, para entonar esta melodía, así como la popular polka ‘El Barrilito’ (‘Škoda lásky’). Estas muestras de afecto van más allá de la americanofilia de parte de la población y enraízan en los enfrentamientos que se han dado entre el diplomático y el presidente de la República, Miloš Zeman. De esta forma, cantarle a Schapiro sería como abuchear al presidente y todo lo que este representa.

Schapiro no lamentó haberse creado enemigos dando su opinión en varias ocasiones, por ejemplo criticando un viaje de Zeman a Moscú, hablando en contra de la corrupción del país o defendiendo a la minoría homosexual.

“Creo que si estás asustado de decir cosas que la otra gente puede no querer oír, nunca llegarás a nada. La única manera segura de que no vas a ofender a nadie es no hacer nada. Y no es mi intención no hacer nada. Creo que siempre ha sido importante para los Estados Unidos hablar por los débiles y vulnerables y alinearse con la justicia y la libertad. Si no, no nos habríamos enfrentado a varios gobiernos apoyando a sus disidentes durante la Guerra Fría. No quiero comparar una cosa con otra, no tienen nada que ver. Pero es importante pronunciarse sobre lo que uno cree, aunque un pequeño número de personas se moleste”.

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La misión diplomática de Andrew Shapiro en la República Checa ha coincidido con una época marcada por una posición más proclive a los tradicionales rivales de Estados Unidos, Rusia y China. La política de Miloš Zeman en la presidencia es el ejemplo más preclaro, pero también desde el Gobierno se ha tomado una actitud más tibia no solo hacia el aliado norteamericano, sino hacia Occidente en general. El embajador le resta importancia a esta tendencia, al considerarla una fluctuación natural.

“Estas cosas van y vienen históricamente. Si uno ve las encuestas, las opiniones sobre Estados Unidos no eran tan buenas durante la Guerra del Golfo, mejoraron con la elección de Obama, luego volvieron a empeorar. Cambian todo el tiempo, es una historia que se remonta a casi 100 años atrás, con Masaryk y Wilson, y siempre ha oscilado con los cambios de la historia y lo que esté pasando en Europa. Es normal”.

Como futura embajadora de Estados Unidos en la República Checa se perfila Ivana Trump, la exesposa del presidente, que nació en la entonces Checoslovaquia y sigue manteniendo relación con su país de origen.