La oposición critica que Babiš volviera a ser nombrado primer ministro

Andrej Babiš y Miloš Zeman, foto: ČTK/Deml Ondřej

El presidente de la República, Miloš Zeman, desearía que la formación de un nuevo Gobierno transcurriera cuanto antes. Así lo dijo tras volver a instituir en el cargo de primer ministro a Andrej Babiš, hecho criticado por los partidos de la oposición.

Andrej Babiš y Miloš Zeman,  foto: ČTK/Deml Ondřej

Pasados justamente seis meses, el líder del movimiento ANO, Andrej Babiš, prestó nuevamente el juramento al ser nombrado por segunda vez primer ministro por el presidente de la República, Miloš Zeman. El mandatario no excluyó la posibilidad de que el nuevo Gobierno pudiera ser nombrado antes de finales de junio.

Jiří Dolejš | Foto:  Luboš Vedral,  Český rozhlas
”En tal caso el Gabinete podría pedir el voto de confianza al Parlamento en la primera o segunda década de julio. Quiero recordar que a pesar de que la Constitución checa establece un plazo de 30 días para este paso, ese plazo representa el tiempo máximo, que es posible acortar en cualquier momento”.

Según los resultados de las conversaciones llevadas hasta el presente en torno a la composición del nuevo gobierno, éste podría estar formado por ANO y el Partido Socialdemócrata, y contar con el apoyo tácito de los comunistas.

El diputado comunista, Jiří Dolejš, sostuvo que al nombrar el presidente Miloš Zeman a Andrej Babiš primer ministro, manifestó que confiaba en el previsto nuevo gobierno de coalición.

”También nosotros estamos a favor de una votación activa, o sea a favor del gobierno que ahora comenzará a formarse”.

Hasta el presente se desconoce sin embargo la composición concreta del eventual gobierno de coalición de ANO y el Partido Socialdemócrata. La situación debería tornarse más clara después del 15 de junio, cuando termine el referendo partidista socialdemócrata, en el que se decide si sus miembros respaldan la participación de la formación en el nuevo gabinete, comentó el líder del Partido Socialdemócrata, Jan Hamáček.

Marian Jurečka,  foto: Jana Přinosilová,  ČRo
”En caso de que el resultado del referendo respaldara nuestra participación en el gobierno, entonces desaparecería el último obstáculo para que el presidente de la República y el primer ministro adoptaran otros pasos en este tema de acuerdo a la Constitución. Pero hasta el 15 de junio nada está decidido”.

Los partidos de la oposición critican a Zeman por no haber esperado a ver cómo termina el referendo socialdemócrata antes de nombrar a un nuevo primer ministro. El jefe de la facción parlamentaria del Partido Cívico Democrático, Zbyněk Stanjura, sostuvo que el presidente suele cambiar de postura.

”Como de costumbre, el señor presidente cambió de opinión. Bien recuerdo cuando Zeman defendió ante el Parlamento el primer Gobierno de Babiš que, sin embargo, no obtuvo el voto de confianza. Entonces el presidente de la República había dicho que la próxima vez, antes de nombrar al nuevo Gobierno, requeriría que este le asegurara que cuenta con el apoyo de al menos 101 diputados, lo que sin embargo, no solicitó”.

El partido Pirata coincide con la opinión del Partido Cívico Democrático y el vicepresidente del democristiano Partido Popular, Marian Jurečka, fue más allá todavía.

”Nuestro partido no dará apoyo al eventual gobierno de coalición de ANO y la Socialdemocracia. Lo estamos diciendo desde hace algún tiempo, porque consideramos que existen otras variantes de cómo formar un gobierno mayoritario democrático de coalición en la República Checa. Insistimos en que no hay ninguna necesidad de crear un gabinete minoritario, respaldado por los comunistas”.

En caso de que el Partido Socialdemócrata decidiera entrar en el gobierno con el movimiento de Babiš, el acuerdo de coalición entre ambas formaciones, así como el acuerdo de tolerancia con el Partido Comunista, podrían ser suscritos poco después del 25 de junio. El primer gabinete de coalición de Babiš pidió el voto de confianza al Parlamento en enero pasado, pero éste le fue negado. Desde entonces gobierna en dimisión. El próximo Consejo de Ministros checo podría pedir el voto de confianza a la Cámara Baja el 11 de julio próximo.