Investigadores checos han desarrollado un catéter “que se da la vuelta”

Foto: ČTK / Michal Krumphanzl

Se ha patentado en la República Checa un nuevo tipo de catéter que reduce los riesgos de infección.

Foto: ČTK / Michal Krumphanzl
Los investigadores del Instituto de Química Orgánica y Bioquímica de la Universidad Tomáš Baťa de Zlín y la compañía checa Riocath han patentado un catéter que posee propiedades únicas.

Normalmente, los catéteres pueden aumentar las probabilidades de sufrir infecciones, por lo que los médicos deben proporcionar una gran cantidad de antibióticos a los pacientes que los usan cuando llevan a cabo exámenes médicos que requieren la manipulación de estos dispositivos. Esto se debe a las características del aparato urinario, como explicó a la Radiodifusión Checa el doctor Miroslav Svoboda.

“El conducto urinario está siempre por defecto colonizado por microbios que no hacen nada, pero si suben más, a la vejiga y a los riñones, pueden provocar complicaciones serias“.

Sin embargo, gracias a este nuevo catéter el riesgo de infección será menor, ya que este nuevo modelo no asciende demasiado por el conducto urinario. Durante su introducción, la parte interna del catéter gira y se sitúa en la pared del conducto, es decir, se da la vuelta. Además, el catéter no se resbala porque tiene una buena adherencia a las paredes, esto ahorra mucho dolor a los pacientes.

Miroslav Svoboda,  foto: ČTK / Michal Krumphanzl
Estas nuevas cualidades son posibles gracias a su diseño y a que ha sido producido a partir de elastómeros termoplásticos, como apuntó el investigador Vít Pokorný.

“Se trata de materiales que tienen las propiedades de la goma y que ahora se utilizan como termoplásticos comunes“.

Aunque a simple vista parece que estamos ante un único tubo, de cerca es posible comprobar que este catéter está compuesto por otros cilindros más pequeños. Cada una de estas partes tiene asignadas diferentes funciones que ayudan al correcto funcionamiento del dispositivo y refuerzan su agarre. Se caracteriza, asimismo, por la gran movilidad que le otorgan sus materiales, añade Pokorný.

“Después de doblarse, estos pliegues se enderezan gradualmente como lo haría una escalera de mano, y eso permite el agarre“.

La compañía médica Riocath espera que este mismo año empiecen los ensayos clínicos para, si todo sale bien, ponerlo a la venta a partir del próximo año.