El babybox para el abandono de recién nacidos cumple 10 años

Ludvík Hess y babybox

Los babyboxes, unos contenedores especiales para el abandono anónimo de bebés, cumplen 10 años en la República Checa. Desde entonces han salvado las vidas de 122 recién nacidos. Actualmente ya hay 65 de estos dispositivos por todo el país.

Ludvík Hess y babybox | Foto: Tomáš Adamec,  Český rozhlas
El día del niño, que cae el primero de junio, es también simbólico para los babyboxes. Hace diez años la Fundación Statim para los niños abandonados instaló el primero de ellos en el centro ginecológico de Hloubětín, en Praga.

Estos dispositivos especiales están pensados para que las madres con dificultades depositen a su recién nacido de forma anónima y segura, evitando así que lo maten o que lo abandonen en un lugar donde podría peligrar su vida. Al ser utilizado, el babybox emite una señal de alerta que permite al personal sanitario recoger al bebé poco después.

En los últimos 10 años este invento ha salvado las vidas de 122 niños; 50 chicos y 72 chicas. El primer niño recogido fue Soña, como recuerda el presidente de la fundación Statim y padre del babybox, Ludvík Hess.

Babybox,  foto: archivo Radio Praga
“Por supuesto que me acuerdo de la primera niña. Fue la pequeña Soña, con un gorro de lana azul, en Hloubětín. Muchos de los niños los he conocido personalmente. A algunos los veo todavía y mantengo relaciones de amistad con sus padres adoptivos”.

En el babybox de Hloubětín se han dejado hasta ahora 18 niños, lo que puede considerarse todo un éxito. Poner en marcha la idea no fue sin embargo fácil en los primeros momentos, comenta Hess.

“Sobre todo se puso en contra el Ministerio de Salud. Después de una larga negociación con el hospital general de Praga, acepté con mucho gusto la oferta de Petr Pícha, el jefe de planta de las instalaciones de Hloubětín. Demostró su valor personal al permitirme instalar el primer babybox contra los deseos del Ministerio”.

Oficialmente el Ministerio de Salud nunca prohibió el babybox, aunque tampoco lo defendió. Actualmente los principales adversarios de estos dispositivos son la Sociedad Neonatológica Checa, la Sociedad de Pediatría y algunos médicos, que reprochan al invento el hecho de que indirectamente apoye a las madres en apuros a dar a luz en casa en secreto, poniendo en peligro su salud y la del niño.

Asimismo, en 2011 la Comisión de la ONU para los derechos de los niños pidió a la República Checa que prohibiera los babyboxes, al entender que viola el Tratado Internacional de Derechos del Niño, que establece que los menores deben tener el derecho o la posibilidad de conocer a sus padres biológicos.

De momento hay repartidos por el país 65 babyboxes, el último instalado en el hospital del Jičín. En agosto se pondrá en funcionamiento otro en la localidad de Turnov. Al mismo tiempo se planea cambiar unos 15 o 20 babyboxes antiguos por aparatos de nueva generación.

Autor: Carlos Ferrer
palabra clave:
audio