Dibujos de un niño judío checo viajan al cosmos con astronauta estadounidense

Oleg Artémiev, Richard Arnold y Andrew Feustel, foto: ČTK

Las copias de dos dibujos de un niño judío internado en el campo de concentración nazi de Terezín, en Chequia, así como un peluche del topo checo Krtek, viajan al espacio.

Oleg Artémiev,  Richard Arnold y Andrew Feustel,  foto: ČTK
Desde el cosmódromo de Baikonur, en las estepas de Kazajistán, el astronauta ruso Oleg Artémiev, y dos colegas estadounidenses, Richard Arnold y Andrew Feustel, parten este miércoles a bordo de la nave espacial Soyuz MS-08 a la Estación Espacial Internacional (ISS).

En el caso de Feustel se trata de su tercer viaje al espacio. En las ocasiones anteriores y, en vista de que su esposa es de origen checo, el astronauta se había llevado consigo el libro de poemas ‘Cantos cósmicos’, del novelista y poeta checo Jan Neruda, y una mascota de peluche, el popular protagonista de las películas animadas checas, el topo Krtek.

Esta vez, además de otro topo de peluche Krtek, acompañan a Feustel en el viaje otros objetos vinculados estrechamente con la República Checa, como sostiene Pavel Suchan, del Instituto de Astronomía de la Academia de Ciencias Checa.

”Esta vez se lleva unos recuerdos de un niño de origen judío, Petr Ginz, quien durante la Segunda Guerra Mundial fundó y dirigió en el gueto judío de Terezín, en Bohemia, la revista Vedem. Esta era publicada de forma clandestina una vez a la semana y colaboraban en ella niños menores de 15 años. El astronauta Feustel se lleva al espacio ahora las copias de dos dibujos de Ginz publicados en la revista Vedem. Uno muestra un cohete espacial y en el segundo aparece la imagen de la Tierra vista desde la Luna”.

Una de las pinturas de Petr Ginz
El astronauta estadounidense destacó hace algún tiempo que quería rendir homenaje de esta forma a las víctimas del Holocausto.

”Considero importante materializar el sueño de esos niños a los que les tocó vivir en tan difíciles condiciones. La esperanza siempre existe para los niños de este mundo”.

Petr Ginz fue internado en el gueto de Terezín con su familia cuando tenía 14 años de edad y vivió allí dos años. En septiembre de 1944 los nazis lo enviaron junto con otros habitantes del gueto a las cámaras de gas de Auschwitz, Polonia.

Una copia del dibujo de Ginz del planeta Tierra vista desde la Luna la había llevado al cosmos en 2003 también el primer astronauta israelí Ilan Ramon, quien sin embargo falleció en esa misión junto a otros seis tripulantes al estallar el Transbordador Espacial Columbia pocos minutos antes de su aterrizaje.

El Instituto de Astronomía de la Academia de Ciencias de Chequia mantiene estrechos contacto con Andrew Feustel desde hace tiempo, y promueve un proyecto denominado ‘Al espacio con Krtek’. Este persigue popularizar los conocimientos del cosmos y la ciencia en general entre los niños, según recalcó Pavel Suchan, del Instituto de Astronomía.

”Este proyecto comenzó en 2011 con el vuelo al espacio del primer topo de peluche checo, al que después comenzaron a llamar el topo astronauta. Esta vez el proyecto se titula ‘Al espacio junto al topo 2018’, ya que hace un año Andrew Feustel había adelantado que en su próximo vuelo se llevaría al espacio como mascota a otro topo Krtek. Sin embargo, debido al espacio más reducido en la nave Soyuz, la figura del topo es ahora más pequeña que la anterior”.

Los astronautas, que próximamente cumplirán tareas de carácter científico-técnico en la Estación Espacial Internacional, se llevan allá también una guitarra. Otras dos, según comentaron, se encuentran ya en la estación. Así que, como adelantaron antes de partir a esa misión, además de trabajar, en su tiempo libre tocarán música para pasarlo bien.