Chequia se pone a favor de la cuota para mujeres en las grandes empresas

Foto ilustrativa: Anna Huguet, CC BY-NC-ND 2.0

El Gobierno checo apoyará la directiva europea de representación mínima femenina en los consejos ejecutivos de las grandes empresas. De aprobarse se verían afectadas en Chequia apenas 17 empresas.

Foto ilustrativa: Anna Huguet,  CC BY-NC-ND 2.0
Cuando en 2012 la comisaria europea de Justicia Viviane Reding presentó la propuesta de obligar a las grandes empresas a reservar un 40% de los puestos de sus consejos ejecutivos para mujeres, la República Checa se convirtió en uno de los detractores de la iniciativa, junto con Alemania y Gran Bretaña, entre otros países miembros.

Ahora las tornas parecen estar cambiando. Alemania aprobó la semana pasada una ley de cuotas similar y en la República Checa el gabinete presidido por Bohuslav Sobotka parece decidido a cambiar la posición del gobierno de derechas anterior y hacer valer su promesa electoral de luchar por una mayor igualdad de hombres y mujeres.

De esta manera Chequia votaría en su caso por esta directiva, que de ser aprobada por todos los estados miembros y por el Europarlamento entraría en vigor en 2018 para todas las empresas estatales que coticen en bolsa, en 2020 para las privadas, lo que afectaría a 17 compañías en Chequia y más de 5.000 en la Europa de los Veintiocho.

Jana Smiggels Kavková, de la asociación civil Fórum 50%, considera el cambio de postura como una victoria.

Jana Smiggels Kavková,  foto: Facebook del Lobby checo de las mujeres
“Sin las cuotas tendremos que esperar otros 150 años para que la sociedad se desarrolle de forma natural en este sentido. Las cuotas son una herramienta comprobada para conseguir una mayor diversidad en la dirección de las empresas. Al fin y al cabo, solo por el hecho de que se discuta en Chequia sobre esto ha llevado a que varias empresas introduzcan programas para una mayor diversidad en sus consejos o para que las mujeres puedan llegar más fácilmente a puestos directivos. El efecto positivo ya se ve y las cuotas serían un buen paso adelante”.

La introducción de una representación mínima por géneros despierta también escepticismo en otros sectores, que no creen que ayude realmente a una mayor igualdad de la mujer y que consideran que los esfuerzos deberían ir al apoyo de la conciliación laboral y familiar. La socióloga Jiřina Šiklová por ejemplo opina que las cuotas podrían desvirtuar la imagen de las mujeres directivas.

 Jiřina Šiklová,  foto: Jana Šustová
“Si se toma como una ley puede tener efectos negativos. Las mujeres que lleguen a estos puestos no serán consideradas las mejores especialistas, sino que se pensará que están allí porque hay cuotas. Me encontré con esto en los años 90 en Estados Unidos. Muchas mujeres con puestos en las universidades me recordaban que no habían llegado allí por esta y esta ley. El tema tiene sus más y sus menos. Es bueno hablar de ello”.

El primer país que estableció una presencia mínima de mujeres en los consejos directivos fue Noruega en 2006. Desde entonces la presencia femenina al frente de las grandes empresas ha crecido en el país nórdico muchas veces por encima del mínimo establecido, cuando en 2002 era de tan solo el 6%. Una ley similar fue aprobada por Islandia en 2010, mientras que Suecia y Finlandia han introducido las cuotas de forma no obligatoria, sino como un código de comportamiento ético de las empresas.

Asimismo, Noruega y otros países escandinavos han puesto en marcha también cuotas en la representación política. Así, mientras que en los parlamentos nórdicos hay entre un 39 y un 47% de mujeres, en la República Checa el género femenino suele ocupar entre el 17 y el 26% de los escaños.