Chequia espera que el Brexit empuje a la UE a emprender reformas

Foto: ČTK

La victoria en referéndum del Brexit ha sido recibida por la clase política checa en general como una motivación más para que la Unión Europea emprenda un proceso de reformas.

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La victoria en Gran Bretaña por un 1,9% de diferencia de los partidarios de la salida de su país de la Unión Europea ha recibido una valoración casi inmediata de los representantes políticos checos en las redes sociales. El primer ministro, el socialdemócrata Bohuslav Sobotka, no considera el Brexit como el fin del mundo, pero sí opina que la Unión Europea debería cambiar para obtener un apoyo más fuerte por parte de la ciudadanía.

En el mismo sentido se expresó el eurodiputado Pavel Telička, del partido ANO, de centro-derecha. Según sus palabras, la reforma debe ser ahora la mayor prioridad de Bruselas, aunque paradójicamente, sin Gran Bretaña.

Pavel Telička,  foto: Filip Jandourek,  ČRo
En general las opiniones alarmistas, y a favor de mayores reformas en la Unión Europea, de modo que sea más aceptable para todos los países miembro, han predominado en el discurso de la clase política checa, incluso en el más euroescéptico Partido Cívico Democrático.

Los efectos para la República Checa

Para que la salida de Gran Bretaña se materialice todavía quedan unos años, se calcula que hay más de 200 acuerdos y tratados que habría que resolver, pero la población checa ya se muestra inquieta por sus posibles efectos negativos. Los expertos ya hablan de cuestiones prácticas e inmediatas, como un descenso de las exportaciones checas a Gran Bretaña, debido al posible surgimiento de aranceles, el descenso de turistas británicos en Chequia, la obligación de pagar arancel e IVA a la hora de hacer compras on-line en e-shops británicas y, sobre todo, la reducción de fondos estructurales y otras ayudas recibidas por Chequia, al bajar el presupuesto comunitario.

La República Checa también se habrá de preparar para una relación más compleja con Londres, afirma el secretario de Estado para Asuntos Europeos, Tomáš Prouza.

Tomáš Prouza,  foto: archivo de la Oficina del Gobierno Checo
“Tenemos con Gran Bretaña acuerdos bilaterales, pero la salida de la UE no los puede afectar. Seguirán siendo tratados entre la República Checa y Gran Bretaña. Pero todo va a depender de cómo van a querer establecer después los británicos la relación con la Unión Europea, sin van a querer tener un acuerdo con la UE en general, como lo tienen los noruegos o suizos, o si van a querer tener tratados bilaterales con cada uno de los países. Es posible, aunque será mucho más trabajo, pero si los británicos quieren una salida total de la Unión Europea tendrán que hacerlo”.

Asimismo, los más de 40.000 checos que actualmente viven, trabajan o estudian en Gran Bretaña verán peligrar su estatus. En una situación parecida se encontrarán los británicos residentes en la República Checa, prosigue Prouza.

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“En ese momento dejarán de ser ciudadanos de la Unión Europea, y tendrán que solicitar permiso de residencia. Si Gran Bretaña es entonces miembro del espacio Schengen, podrán moverse libremente, de lo contrario tendrán que ir con pasaporte y ser controlados. Otra cuestión son las ayudas sociales y temas similares. Perderían la igualdad en toda una serie de asuntos y tendrían que atravesar los mismos procesos que por ejemplo los rusos o los estadounidenses. Pero no significa por supuesto que alguien los expulse del país”.

No se espera sin embargo que asuntos como los matrimonios, divorcios o herencias que impliquen a checos y británicos se vean afectadas por el Brexit.