Antiexplosivo checo combatirá el terrorismo

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Los artificieros disponen de una nueva arma contra los explosivos inventada en Chequia.

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Los científicos checos inventaron un nuevo antiexplosivo. Se llama desintegrante, y es capaz de separar el detonador de la materia explosiva dentro de un equipaje.

El desintegrante checo genera lo que podríamos llamar una nube de partículas firmes, que sale a una velocidad de más de un kilómetro por segundo, y rompe el embalaje del equipaje. Una maleta llena de ropa o documentos que contenga una bomba se hace pedazos, y también las partes de la bomba se dispersan.

La velocidad de la desintegración del equipaje es decisiva. Si hubiera una bomba dentro del equipaje, es muy probable que no llegara a activarse. Y si ocurre, la explosión sería minimizada, pudiéndose comparar con lo que sucede dentro de una pistola al disparar, ya que el resto del explosivo ya se encuentra a metros del detonador.

Los desintegrantes se pueden usar en las salas de aeropuertos o en las estaciones de transporte público para desactivar el contenido de equipajes sospechosos.

Ivo Varga, encargado de la sección de tecnologías de la empresa Explosia Pardubice explica para la Televisión Checa las ventajas del desintegrante.

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''El desintegrante es protegido contra el efecto de la metralla. Además todo el potencial es dirigido en una sola dirección, y no genera golpe de retroceso''.

Cada desintegrante consta de Semtex, que es un explosivo plástico que proviene de Checoslovaquia de los años 50, y fue producido en la misma empresa que presentó ahora el desintegrante. Este es capaz de romper hasta una lámina de acero de cuatro milímetros de espesor.

Ladislav Říha, encargado de la investigación de los explosivos plásticos de la misma empresa añadió para la Televisión Checa que así es posible destruir dispositivos de bombas de mayor resistencia.

''Está hecho de manera que pueda romper materiales y embalajes más fuertes como por ejemplo un barril, ya que los barriles se usaban como embalaje para bombas''

Hasta el momento solo la Policía checa dispone de los desintegrantes. Sin embargo, la empresa Explosia Pardubice planea ampliar la distribución y abastecer también a los Ejércitos y Policías en el extranjero.

Según los científicos podría ser útil en la lucha contra el terrorismo, ya que como sostiene Ivo Varga de la sección de tecnologías de la empresa, los sistemas explosivos son hoy en día la mayor amenaza para la población civil. Los explosivos escondidos dentro de equipajes se usaron por ejemplo en el atentado del metro de Bruselas en 2016.