Jan Křtitel Vañhal, el primer músico independiente de Bohemia

Jan Křtitel Vañhal

En este espacio musical de los sábados hablaremos del compositor y pedagogo musical, Jan Křtitel Vañhal, destacado representante del clasicismo, cuya fama sobrepasó las fronteras del Reino de Bohemia.

Jan Křtitel Vañhal
Todo estudiante de piano en la República Checa conoce a Jan Křtitel Vañhal, gracias a sus manuales para este instrumento musical. Aunque Vañhal fue también un excelente intérprete de piano y órgano y, en especial, un reconocido compositor de la era del barroco. A finales del siglo XVIII se desempeñaba mayormente en Viena, capital del Imperio Austro-Húngaro, del que entonces el Reino Checo formó parte.

Vañhal nació en 1739 en la localidad de Nechanice nad Bystřicí, en Bohemia Oriental, en una familia vasalla. Desde su infancia se dedicó al estudio de la música, concretamente del órgano, piano y violín, bajo la dirección de un maestro del pueblo. A sus 18 años de edad, Jan Křtitel Vañhal ya tenía fama en la zona de ser un muy buen músico, y era invitado a tocar, especialmente el órgano, durante diversas actividades.

A partir de 1757 el músico trabajó de organista de la iglesia de la localidad de Opočno y en 1759 aceptó el cargo de director del coro en el pueblo de Hněvčeves. Su forma de tocar el órgano y el violín impresionó de tal manera a la señora del feudo de Nechanice, la condesa Schaffgotsch, que alrededor de 1761 decidió llevar al músico consigo a Viena. Vañhal tenía entonces 20 años de edad. En la capital del imperio, además de tocar varios instrumentos y enseñar música, Vañhal continuó sus estudios, dedicándose esta vez a la composición.

El traslado a Viena abrió una importante etapa en la vida del músico

Gracias a su maestría, sus contactos en Viena y también a sus grandes empeños, Jan Křtitel Vañhal logró librarse del contrato de vasallaje, llegando a ser uno de los primeros músicos que se independizaron.

Foto: CPO
En 1769 uno de los benefactores de Vañhal, el barón Riesch, le pagó un viaje a Italia y el músico vivió un año en Venecia y visitó también Boloña, Florencia, Roma y otras ciudades del país. Al regresar a Viena, el barón le medió trabajar como jefe de una banda musical en Dresden. Sin embargo, Vañhal tuvo que rechazar esta atractiva oferta debido a que sufría una enfermedad mental ocasionada por el exceso de trabajo. Los tratamientos y el mejoramiento de su estado de salud se prolongaron varios años, durante los que el músico realizó viajes en repetidas ocasiones al feudo del conde Erdödy en Hungría y la actual Croacia.

A Viena Vañhal regresó alrededor de 1780, y se hizo muy amigo de Joseph Haydn, Wolfgang Amadeus Mozart y Karl Ditters von Dittersdorf. Volvió a componer, tocar y a enseñar música.

A pesar de su gran fama en Europa, Vañhal siguió siendo muy humilde

Vañhal fue uno de los músicos más populares de su época y gozaba de un gran reconocimiento tanto entre sus colegas músicos, como entre la nobleza y la crítica. Las partituras de sus composiciones eran demandadas por casas editoriales de Viena, Berlín, Leipzig, Londres, París, Ámsterdam y otras ciudades, que las difundían por toda Europa. A comienzos del siglo XIX, sus composiciones llegaron también a Estados Unidos.

Hasta finales de su vida Vañhal continuó enseñando música, especialmente piano. Sus composiciones para ese instrumento figuran hasta el presente entre los mejores materiales pedagógicos de su tipo. Se encuentran entre ellas ‘Las variaciones basadas en la canción popular checa’, con las que Vañhal rindió homenaje a su tierra natal.

El músico siguió componiendo y tocando en cuartetos, pero en vista de que era muy humilde, sus colegas músicos llegaron a acaparar más la atención del público. Vañhal comenzó a tener complejo de inferioridad, lo que llevó a la reaparición de sus problemas mentales. Durante los peores ataques de la enfermedad el músico hizo pedazos incluso varias partituras de sus obras.

El legado musical de Jan Křtitel Vañhal incluye varios centenares de composiciones

Jan Křtitel Vañhal nunca contrajo matrimonio ni tuvo hijos y su vida la consagró plenamente a la música. Falleció en 1813 en Viena, dejando un extenso legado musical. Éste incluye obras religiosas, como motetes, letanías y unas 20 misas, así como composiciones profanas, entre ellas más de 100 sinfonías y una semejante cantidad de cuartetos de cuerda, serenatas y bailes, cuartetos y quintetos de cámara para instrumentos de cuerda y composiciones para instrumentos de tecla.

También compuso obras que transmitían el ambiente de los campos de batalla durante la época de las guerras napoleónicas. Y de un gran reconocimiento gozan asimismo los conciertos instrumentales de Vañhal para flauta, viola y órgano. Sin embargo, las óperas que compuso alrededor de 1770 en Roma se consideran perdidas, habiéndose conservado sólo algunos pocos fragmentos.

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