El teatro es un milagro que da nueva energía

Luděk Vele en el papel de Filip, Jakobín, foto: archivo del Teatro Nacional de Praga

En este espacio musical de los sábados hablaremos del cantante de ópera Luděk Vele, miembro del conjunto de ópera del Teatro Nacional de Praga. Además de deleitar con su hermosa voz de bajo al público en el teatro, organiza actuaciones de ópera al aire libre en lugares históricos, con el fin de reunir finanzas y salvar de la paulatina destrucción diversos edificios históricos.

Luděk Vele en el papel de Filip,  Jakobín,  foto: archivo del Teatro Nacional de Praga
Luděk Vele actúa en los escenarios operísticos desde hace más de 40 años y su trabajo no deja de encantarle. Insiste en que el teatro es todo un milagro. Cuando más se siente triste o cansado, visita el escenario y renueva allí sus energías. Afirma que por ello concibe el teatro como su acumulador.

Además, independientemente de su relativamente alta estatura y un cuerpo masculino fuerte, Vele es una persona muy sensible y admite que algunas de las piezas que le ha tocado cantar, le han provocado lágrimas, como en el caso de la obra de Leoš Janáček, ‘La zorrita astuta’, donde interpreta al guarda forestal.

De geólogo a cantante de ópera

Luděk Vele nació el 30 de noviembre de 1951 en la ciudad de Turnov, en Bohemia del norte, pero su familia proviene del cercano pueblo de Chotyně, donde el futuro cantante con voz grave pasó su infancia. Originalmente quería ser geólogo, siguiendo el ejemplo de uno de sus tíos, al que admiraba mucho.

Pero, según él mismo recuerda, durante los estudios de enseñanza media se dio cuenta de que para ser geólogo uno debe tener profundos conocimientos, y para ello debe estudiar mucho. Según admite el cantante, él era muy perezoso y vago, pero tenía una linda y fuerte voz, por lo que finalmente decidió estudiar canto y olvidarse de su sueño de ser geólogo.

Puede ser también que ya entonces se viera atraído por el canto de ópera y que el amor por las piedras no hubiera sido tan fuerte. Al terminar Vele el conservatorio, le fue ofrecido trabajar en la ópera del Teatro de Liberec, lo que le permitió desarrollarse artísticamente, ya que en poco tiempo le fueron conferidos varios importantes papeles en óperas de autores tanto nacionales como extranjeros, entre ellos Smetana, Dvořák, Puccini, Mozart y Verdi.

Luděk Vele desempeñó más de 130 papeles en el Teatro Nacional de Praga

Luděk Vele,  foto: ČT
En 1983 Luděk Vele recibió la oferta de entrar en la compañía de la ópera del Teatro Nacional de Praga, lo que es el cumplimiento del sueño de cada artista. También Vele se sintió orgulloso y feliz de poder actuar en el más reconocido escenario nacional. Allí le fue facilitado enriquecer más todavía su repertorio, sumando más de 130 los papeles que ha desempeñado desde entonces.

Además de su actuación en el teatro, Vele es invitado con frecuencia a dar charlas sobre su profesión y a cantar en centros culturales de ciudades y aldeas a lo largo y ancho del país. El cantante afirma que tampoco vacila en aceptar la invitación para cantar por ejemplo a una decena de personas de edad avanzada en los centros para jubilados, y que le llena de alegría si logra enriquecer el estereotipo de sus vidas.

Vele está contento de poder estar en contacto con otras personas ya que, según dice, las quiere a todas y desearía que ellas también le quieran a él. El gran don que le fue dado en forma de una buena voz es toda su vida, que quiere compartir con los demás.

Los japoneses son el mejor público, afirma Vele

Luděk Vele actuó en los escenarios operísticos y salas de concierto de gran parte del mundo y grabó también numerosos discos para compañías nacionales y extranjeras. Según afirma, el mejor público es el de Japón. Por su canto además, fue galardonado dos veces en Chequia con el Premio de Talía, en 1995 y 1996.

El cantante ayuda en la salvación de edificios históricos

Vele promueve asimismo proyectos de salvación de inmuebles históricos, para lo cual aprovecha su talento. Desde 1993 organiza conciertos benéficos para salvar de la ruina el castillo de Grabštejn del siglo XIII, en Bohemia del Norte. Invita a participar a sus colegas del Teatro Nacional de Praga y a otros cantantes y artistas. La actividad, celebrada siempre en agosto, tiene muy buena acogida y repercusión entre los ciudadanos.

Con el dinero recaudado en los conciertos en Grabštějn se logró salvar el órgano de la iglesia local, arreglar el alumbrado, y se mandó fundir una nueva campana, que fue denominada ‘La campana de la reconciliación’. Ésta, según Vele, puede ser sonada por cualquier persona que quiera hacer las paces con alguien. Además se consiguió atraer a un mayor número de turistas al castillo de Grabštejn, situado muy cerca de la frontera entre Chequia, Polonia y Alemania.

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