Comunistas y Campo Democrático III

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Con este espacio, "Del Totalitarismo a la Democracia", Radio Praga trata de ofrecer un vistazo sobre lo que ha representado el proceso de transición en la República Checa. Este espacio está dedicado a todas las personas interesadas en conocer detalles sobre la transformación checa desde la dictadura comunista hasta la democracia, por lo que creemos que encontraremos muchos radioescuchas en Cuba, donde importantes sectores de la población se preparan también para un proceso de cambio pacífico en la Isla.

Esta vez les ofrecemos la tercera parte de la serie titulada Comunistas y Campo Democrático. Nos basamos en estudios preparados por el profesor Fredo Arias-King.

Se ha notado un paralelismo entre el comportamiento bolchevique y el de individuos que sufren un desorden psicológico llamado “antisocial” o “psicópata”. La definición clínica de este desorden de personalidad es la siguiente: “El fracaso de adecuarse a las normas sociales con respecto al comportamiento legal… tal como destruir propiedad, hostigar a los demás, robar o seguir ocupaciones ilegales.

Gente con este desorden no le da importancia a los deseos, derechos o sentimientos de los demás. Son frecuentemente fraudulentos y manipuladores para poder alcanzar ganancia personal o placer… Pueden repetitivamente mentir, usar un alias, defraudar a los demás o fingir enfermedad… Pueden tener una arrogante e hinchada auto-valorización y pueden ser excesivamente dogmáticos, seguros de sí mismos y arrogantes [sin embargo] pueden proyectar un encanto locuaz y superficial y pueden llegar a ser bastante habladores y tener facilidad con la palabra”.

Esto se podría deber al hecho de que los bolcheviques originales y su policía política reclutaban personal entre los elementos criminales. Se sabe que los antisociales están sobre-independencia de los poderes y las instituciones. Otro estudio menciona que en todos los sistemas sociales, la mayor parte de las veces las lealtades de grupo son mayores que el intento de optimizar el desempeño del grupo. Por el contrario, ex disidentes como Havel o Wałęsa no provienen de este orden “monolítico” y no heredan lealtades para dichos grupos.

Auto-selección psicológica y moral: Aunque parece que aún no está demostrada una teoría global sobre este fenómeno, hay varios y persistentes casos que sugieren que existe un tipo de individuo que se atrae a un Estado totalitario sin importar su ideología, con tal de que se le permita desahogar sus problemas psicológicos espiando, robando, humillando y violando los derechos de otros seres humanos.

Dichos individuos pueden cambiar de una camisa roja a una negra, o viceversa, con facilidad, como se hizo en Italia al caer Benito Mussolini. Varios miembros de la Gestapo y de la SS de la Alemania Nazi derrotada se presentaron con las fuerzas de ocupación (aliadas y soviéticas) para ofrecer “sus servicios” a los nuevos amos del poder. Tras la caída del comunismo, los más virulentos nacionalistas xenófobos habían anteriormente sido parte del aparato comunista, tales como Milošević, Tuđman, Zhirinovsky, Barkashov, y otros. A líderes como Lukashenka y Mečiar se los ha sospechado de paranoicos.

La personalidad de varios de ellos se acerca a lo que un teórico del psicoanálisis calificó como el “masoquista psíquico”, el cual actúa con sumisión y servilismo hacia con el fuerte y con agresión y crueldad hacia con el débil. Al mismo tiempo, es normal que estos individuos den credibilidad a la teoría de “proyección” de Sigmund Freud, acusando al campo democrático de “bolchevismo” o “fascismo” o de violar sus derechos humanos.

En Albania, el Partido Socialista (el ex comunista) criticaba al nuevo presidente Berisha comparándolo con el ex dictador comunista Enver Hoxha. En la parte oriental de Alemania, el nuevo líder del Partido de Socialismo Democrático (el ex comunista), criticó a Helmut Kohl por haber apoyado al antiguo dictador de la RDA Erich Honecker. Cuando la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) criticó las elecciones de 1999 en Kazajstán por fraudulentas, el presidente Nazarbaev acusó a la OSCE de actuar como comunistas.

Una de las figuras nacional-comunistas más destacada de Ucrania, Borys Oliynyk, juzgó a las acciones de la OTAN contra Yugoslavia en 1999 como “un crimen perpetrado por potencias carentes de espíritu contra el Cristianismo”. Mientras las fuerzas democráticas usualmente piensan que se enfrentan a un problema ideológico, más bien es posible que se estén enfrentando a un problema psicológico.