Descubierto en Bohemia un impreso del taller de Gutenberg

Foto: CTK

La Biblioteca Nacional de Praga acaba de adquirir un impreso original del taller del inventor de la imprenta Johann Gutenberg. Se trata de una indulgencia, impresa en 1454 y comprada el año siguiente por un habitante de Baja Sajonia. La Iglesia vendía las indulgencias para financiar la defensa de Europa contra el imperio otomano.

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El Papa Nicolás V autorizó entre mayo de 1452 y abril de 1455 la venta de indulgencias para sufragar la defensa del reino de Chipre contra los turcos. A los fieles que compraban las indulgencias la Iglesia les concedía la remisión de las penas por sus pecados.

En febrero de 1455 el avance de los turcos provocaba un extraordinario espanto y temor en el mundo cristiano. El vecino de la ciudad sajona de Einbeck, Arndt Rubard, compró una indulgencia para él, para su mujer y para sus cinco hijos.

550 años después, este valiosísimo ejemplar de una indulgencia impresa, procedente del taller de Maguncia del inventor de la tipografía, Johann Gutenberg, fue encontrado en un convento de la ciudad de Cheb, en el extremo occidental de Bohemia.

El pasado verano halló casualmente la indulgencia de Gutenberg una joven archivista al hacer una revisión rutinaria de la biblioteca del convento franciscano de la ciudad de Cheb. El pergamino de la indulgencia había sido utilizado para reforzar la tapa de un libro religioso.

En el pergamino que se despegó de la tapa, la archivista en un primer momento no vio nada extraordinario. Se fijó en la fecha registrada en el documento: 1454, corregida para 1455. Recordó entonces los conocimientos adquiridos en la escuela de que en aquel entonces Gutenberg imprimía indulgencias.

La indulgencia del taller de Gutenberg es el primer formulario oficial impreso en la historia de Occidente. Hasta entonces, los pergaminos de las indulgencias se copiaban a mano. Gutenberg, que en 1452 había imprimido como su primer libro la Biblia, ofreció a la Iglesia que se encargaría de la impresión de las indulgencias.

Tras la toma de Estambul por los turcos creció la demanda de las indulgencias. Gutenberg imprimió en pergamino millares de ellas, pero hasta la actualidad se han conservado apenas cincuenta ejemplares.

Las indulgencias eran válidas sólo durante la vida de su titular. Ya que eran pergaminos de buena calidad, después de la muerte de su propietario en la mayoría de los casos llegaban a los talleres de encuadernación donde se utilizaban para la confección de tapas. Gracias a este procedimiento se ha conservado también la indulgencia que ahora pertenece a la Biblioteca Nacional de Praga.

Después del hallazgo de la indulgencia de Gutenberg en la ciudad de Cheb, la Biblioteca Nacional se apresuró a incorporarla a su acervo. Sus directivos consideran la adquisición como un extraordinario acontecimiento, sólo comparable a la compra este año de un fragmento de la traducción latina de la crónica medieval de Dalimil.

La Biblioteca Nacional compró la indulgencia de Gutenberg a la diócesis de Pilsen que administra la biblioteca del convento franciscano de Cheb donde se halló el valioso impreso. La Iglesia Católica destinará el dinero obtenido a una nueva fundación que sufragará la reparación de templos y capillas.

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