La Ópera de Praga se rinde ante David Lomelí

David Lomelí, foto: ČTK

Un éxito rotundo fue el concierto debut del tenor mexicano David Lomelí en la República Checa, la noche del miércoles en la Ópera Estatal de Praga. Un teatro repleto ovacionó de pie al artista por más de cinco minutos, rendido ante su arte, carisma y calidez humana.

David Lomelí,  foto: ČTK
Ni siquiera el primer ministro checo, Jan Fischer, quiso perderse el concierto de David Lomelí en Praga. Avalado por la crítica internacional, que lo considera uno de los talentos más relevantes de la ópera, Lomelí llegó a la capital checa a confirmar todo lo bueno que de él se habla y no defraudó a nadie.

Antes del concierto, Lomelí le comentaba a Radio Praga cuál cree que es su misión en el difícil mundo de la ópera.

“Cuando uno sale del teatro y uno termina involuntariamente hablando de uno mismo para mí es lo más importante y espectacular que puede pasar, que la gente salga hablando de ella misma y cambie. Si la gente habla de lo bien o lo mal que canta el agudo, no sé, si hablan de la performance, creo que fue un fracaso. Si la gente realmente siente, se ríe, emociona, entonces estamos al otro lado del río. Y para mí esa es mi misión y por eso tengo los maestros que tengo y tengo el manager que tengo, porque son gente que creen en esa visión igual”.

A pesar de todo el fervor que le demuestra el público y la prensa especializada, David Lomelí asegura que cada día se cree menos todo esto que le está pasando.

David Lomelí,  foto: Gonzalo Núñez
“La verdad que día a día me la voy creyendo menos porque todo esto es irreal, es muy surreal. A mí solo me gusta cantar, me gusta tener conexión con el público y que a partir de esto puedo ayudar a mi gente también. Es para mí un gran regalo de Dios, que me ha dado este don, y espero que me lo siga dando para poder llevar esta vida, porque me gusta muchísimo estar en la música todos los días”.

David Lomelí deleitó a una audiencia rendida, que fue testigo de la calidez y cercanía del cantante, quien constantemente bromeaba o dialogaba con los asistentes. Arias famosas de ópera y dos zarzuelas fueron las piezas escogidas por el tenor para darse a conocer entre los checos.

Y ‘Nessun Dorma’, de Turandot, fue el encore elegido. Cuando concluyó su presentación, el histórico teatro checo casi se viene abajo, con una ovación de pie de más de cinco minutos. Algo reservado solo para las grandes estrellas. Misión cumplida para David Lomelí.